¿Hacia dónde nos encaminamos?
Además de las negativas
consecuencias que está dejando la crisis económica en un gran número de países;
en el nuestro, estamos asistiendo sin valorarlo en su justa dimensión, a una
realidad en la que se premia al defraudador protegiéndolo con amnistías
fiscales que le permiten legalmente “blanquear” ingentes cantidades de dinero
que tenían oculto en paraísos fiscales. Permanecemos impasibles ante los
políticos corruptos a los que sus colegas de partido amparan y defienden a capa
y espada, acusando del mismo desaguisado a otros políticos de distinta línea de
pensamiento como si eso fuera una justificación o le otorgara patente de corso.
¿Pero, esto qué es? ¿Es que vamos a seguir eternamente en esa línea,
permitiéndole todo tipo de desmanes a unos “jetas” a los que nada les importa
el bienestar de los ciudadanos que le pagan unos suntuosos sueldos puestos por
ellos mismos sin que nadie les diga nada? ¿Hasta dónde vamos a llegar?
¿Quién ha sido el desalmado que
ha borrado del Diccionario de la Lengua
Española la palabra ”dimisión” para que no se pueda llevar a la
práctica?
La corrupción política en nuestro
país ha sido una constante desde la aprobación mayoritaria de nuestra
Constitución en el año 1978; que, hasta nuestros días, ha ido pervirtiendo el
descafeinado y enclenque sistema democrático que con ella nos dimos los
españoles y debilitando progresivamente la confianza de los ciudadanos en las
instituciones y sus representantes
políticos a los que miran con ojos de merecida desconfianza, logrando que, día
a día baje su calificación y respeto.
El progresivo índice de
percepción ciudadana en nuestro país sobre la corrupción, deja bien claro el
menguante grado de confianza que despierta nuestra clase política y el escaso
interés que cada convocatoria electoral despierta entre los votantes.
¿Por qué ocurre esto? Si el ciudadano pierde la confianza en sus
representantes políticos, se pierde la esencia de la democracia. ¿Qué futuro
nos espera?
Este presente lleno de “goteras
salvables”, aunque no nos guste, es la base del futuro. De nuestro futuro y del
de nuestros descendientes. ¿Qué vamos a hacer con él? ¿Seguiremos con más de lo
mismo pero de peor calidad?
La corrupción, se ha enquistado
en España, precisamente, por falta de control por parte de la autoridad
competente y por exceso de pasividad ciudadana, que, hasta ahora, la ha estado
observando como el que ve llover a través del cristal de la ventana de su
cuarto y, como no se moja, pues no le afecta lo que le está pasando a los
transeúntes que caminan por su calle sin paraguas. Esa apatía ciudadana al
respecto, esa pasividad con la que hemos “dejado hacer” a los políticos sin
ningún control, nos ha conducido a la bochornosa situación en la que nos
encontramos.
La llegada de la II República a
España, logró un considerable prestigio y merecido reconocimiento internacional
por su Constitución que, nos situó a un nivel bastante alto. Con la llegada de
la democracia (después de la larga dictadura), durante los primeros años de la
misma (bastantes), logramos el mayor de los reconocimientos y admiración hacia
nuestros representantes y pueblo en general (el mayor y más alto de nuestra
historia conocida) por parte de muchos, Muchísimos países que veían en nosotros
un ejemplo a seguir; lo cual, era digno de encomio.
Hoy, desgraciadamente somos el
hazmerreír y la mofa de esos y otros muchos países que nos ven con ojos de
desconfianza y desdén, en más de un caso; solo tenemos que ver cómo nos tratan
en la propia Unión Europea de la que formamos parte activa en toda su
extensión y, qué concepto tienen de nuestros representantes politicos. ¿Cómo hemos podido llegar hasta este punto?
La larga lista de corruptos “casi
intocables”, pero sí responsables de distintas tropelías que pululan por toda
la geografía hispana en todas las Administraciones, nos ocuparía más tiempo y
espacio del que procede en éste caso; pero en la actualidad, sí, son varios
cientos de políticos encausados en España por casos de corrupción política, y,
muy escasos los casos en que han presentado la dimisión voluntaria de sus cargos
como representantes públicos, conservando el escaño (la poltrona) y los
privilegios que conlleva, entre los que se encuentra el de seguir cobrando el
sueldo sin dar golpe; y, sin embargo, en nuestro país, cuanto mayores son los
partidos políticos, mayor es el número de corruptos que albergan, y, menor el de casos en los que se le piden
responsabilidades desde dentro del propio partido. ¿Por qué será?
Confiaremos en que como tenemos
una primavera tan lluviosa, afloren “todos“ los corruptos ocultos y salgan a la
luz sus fechorías para que puedan ser puestos ante la Justicia, que es la que
debe aplicarle la receta adecuada para poner fin a sus “actividades” y frenar
sus ímpetus de ambición ilimitada.
El aumento de la pobreza generada
en España como consecuencia de la crisis fuertemente enraizada, nos puede
hipotecar el futuro si sigue cabalgando a lomos de la pasividad ciudadana y de
la impunidad que se le otorga a los defraudadores y corruptos que campan a sus
anchas y han aprovechado la oportunidad para llenarse los bolsillos.
¿Vamos a seguir permitiéndoles
semejante desaguisado?
La corrupción está empeorando a
pasos agigantados en nuestro país hasta tal punto, que, la población tiene la
impresión de que existe impunidad para los corruptos, y de que, la corrupción
en España es un grave, pero que muy grave problema que despierta la pérdida de
confianza para la inversión extranjera que tanto escasea en estos momentos y,
tanto la necesitamos para ayudarnos a salir del atolladero económico en el que
estamos metidos. ¿Inconscientemente?
Si seguimos permitiendo todas esas arbitrariedades,
tolerando la presencia de tantos chorizos, ineptos, inútiles e irresponsables
al frente de los destinos de nuestra sociedad, muy pronto caeremos en una
corrupción irreversible que sería la peor de todas las corrupciones conocidas a
lo largo de la historia del hombre: La de un régimen corrupto y sin escrúpulos
con todos los poderes sin control en manos de unos desalmados ambiciosos sin
límites (cuya ansia infinita no tiene parangón), que nos conduciría
irremisiblemente a una situación en la que, progresivamente se mengua la
libertad, la democracia y la igualdad; y, en la que, la Justicia, más lenta que
una tortuga y escasa de medios para su función, terminaría siendo influenciada por
“ese podrido poder adquirido”, cuya suma de irregularidades llega a la meta siendo siempre lo mismo:
haciendo que los más ricos sean mucho más ricos y enriquezcan más de prisa, y
los pobres sean cada vez mucho más pobres y, desgraciadamente, empobrezcan más
de prisa; lográndose al mismo tiempo que, el número de ricos sea menor, y su
riqueza y ambición mucho mayor.
¿Es esa la solución para ésta triste realidad?
¿Es esa la solución para ésta triste realidad?
Personalmente creo que no; estoy convencido de que hay
remedio y la solución está a nuestro alcance si ponemos los medios necesarios
que, también están a nuestro alcance. Pero, sí, que será ese nuestro destino,
si no despertamos a tiempo y nos espabilamos un poco. Ahí iremos a parar, si
seguimos por el sendero en el que vamos caminando y no nos quitamos la venda de
los ojos y reaccionamos con vigor antes
de que sea demasiado tarde.
El tiempo será testigo y, el tiempo nos lo dirá.
¡Ojalá, que no nos equivoquemos...!
3 comentarios:
¿Hacia dónde nos encaminamos? - Te preguntas. ¿Hacia dónde nos encaminan?...
Eso quisiera saber. Pero el camino actual por el que nos llevan a no sé dónde, ¿llegaremos a buen fin?.
Dicen que en 2014 se iniciará un nuevo camino.
Lo que necesitamos es una urgente y completa REGENERACIÓN de todo y de todos.
-Manolo-
Amigo Luis,ni el apuntador sabe adonde desembocará esto.La corrupción no es nada nuevo en España,ha existido siempre,lo que ocurre es que estos años de atrás ha habido más que nunca donde coger.Basta con mirar hacia atrás y ver la corrupción de políticos como Lerroux durante la II República.El generoso Juan March,contrabandista y multimillonario fue a la cárcel,durante la dictadura de Franco hubo corrupción a punta pala mientras el pueblo pasaba hambre y todos los gobiernos de la Democracia tan cacareada han tenido casos de corrupción para dar y tomar,basta con ver en Internet casos de corrupción en España y hay para aburrirse.Siempre he conocido estafas inmobiliarias y las seguirá habiendo,porque lo nuestro es el choriceo.Cualquier alcalde de cualquier pueblin puede meter la mano y no digo en los grandes municipios,es muy fácil:Engordas la factura de cualquier compra u obra a realizar,recoges la mordida,y todo muy legal en las facturas,muy fácil.En Italia que son muy parecidos a nosotros en lo de marulleros y trapicheos,han tenido el coraje de hacer una limpia.Hubo jueces con valor,metieron a empresarios en la cárcel,alguno se suicidó y la limpia llegó a los clubes de fútbol,y aquí no pasa nada ,lo de los clubes de fútbol es un escándalo y luego los municipios no tienen dinero para atender a la salud como Dios manda,ni a los viejitos,los que levantaron este pais, no hay recursos para ellos. Rajoy acaba de decir que España es un país limpio y tiene toda la razón,porque la gente se ducha bastante y el lavado de dinero ha funcionado a la perfección así que el país ha quedado bien limpio de polvo y paja
Me gustaría ser tan optimista como tu,pero algo me dice que todo seguirá igual porque los que mandan barren para su casa y el pueblo está esperando que le barran la suya también y así nos luce el pelo.Es que somos así,de lo contrario dejaríamos de ser españoles,aunque de eso ya se encargan unos cuantos iluminados por ahí en el Reino de Taifas.Un abrazo. Félix.
Luis, te leo aunque no me extienda en los comentarios. Un abrazo (ya mismo disfrutaremos de la calçotada.Salva
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