01 marzo 2013

REFLEXIÓN


Motivos ajenos a mi voluntad, se han acaparado del tiempo que yo disponía para comentar en esta web zarceña desde el blog “Sintonía” algunas de mis opiniones y forma de entender la vida; no obstante, he intentado seguir (aunque, esporádicamente) los comentarios que en ella reflejan otros blogueros y colaboradores; así como estar al día de los aconteceres del pueblo.
A pesar de que, últimamente, (ya sé que estoy jubilado), las ocupaciones no me permitían dedicar el tiempo suficiente a escribir con calma en la web, he leído los escritos de los demás.
En breve, seguiré tratando el tema de la conducción, circulación y seguridad vial, que lo dejé inconcluso, reanudándolo en el tema correspondiente y, ya sin parar, hasta haber tocado todos y cada uno de los temas que nos afectan a los conductores y demás usuarios de la vía pública; en la esperanza de que le pueda ser de utilidad a alguien.

Y, como tenemos el país un poco revuelto con tanto político mintiendo  a destajo y tanto chorizo (no me refiero a los de guijuelo), mejorando su calidad, a continuación expongo mi opinión  personal sobre lo que entiendo por política

¿POLÍTICAS?

Políticas no, por favor. “POLÍTICA”

Pues sí; política sí. Podrá parecer contradictorio pero política sí. Nos guste o no, en la actualidad todo es política; política buena o política pachanguera y de poca calidad, pero, política en definitiva. No la política que ha descangallado el sistema, sino una política hecha por gente honrada para gente honrada.
Hoy por hoy, todo lo que nos rodea y mueve los hilos de nuestra sociedad, es política. Pero: ¿Qué clase de política? ¿Política de mercadillo o política de alta gama?

La política que prima en la actualidad en nuestro sufrido país, no parece una política de academia elitista, mas bien parece de rebajas de otoño, a la que como a los árboles se le cae la hoja y deja mustiamente las plantas.

¿Qué finalidad persigue ésta política que están llevando a cabo nuestros representantes y tantos quebraderos de cabeza nos está costando a los contribuyentes?.
¡Ahí está la clave...! Es una incógnita.

Pero, vayamos a la raíz: ¿Qué es la política?
Política, -del griego-  politikós, -igual a ciudadano, civil, relativo al ordenamiento de la ciudad- es el proceso por el cual el uso de la fuerza coercitiva es legítimo.

El término político, politólogo fue ampliamente utilizado en Atenas a partir del siglo V antes de Cristo en parte gracias a la obra escrita con bastante anterioridad por Aristóteles y titulada precisamente, política; en la que definía al ser humano como un animal político y que a lo largo de los tiempos le ha servido a más de un politólogo y antropólogo como ejemplo y fuente para fundamentar su inspiración.

Desde muy antiguo, la política ha sido y seguirá siendo el arte de lo posible. Sí, la política es un arte: El arte del malabarismo.” El arte de manejar conceptos para deslumbrar al oyente o al lector. El arte del embaucamiento  colectivo, prevaliéndose de la inexperiencia o candor del engañado; de ahí, que los ciudadanos normales, como desgraciadamente nos ocurre a los españoles, generalmente, sin una larga tradición democrática y escasa formación política como ocurre en nuestro país, teman involucrarse en las tareas del gobierno del Estado, y los que sí lo hacen, carecen en buena parte (no todos afortunadamente) de la responsabilidad que se requiere para esos menesteres; y, en una considerable proporción, les escasea la formación necesaria que para desarrollar esa actividad se precisa. Sin contar con la falta de escrúpulos que una minoría muy minoritaria (por suerte) ha demostrado tener a la hora de administrar los recursos comunes que los ciudadanos le han encomendado gestionar, como ha quedado bien patente últimamente con tanto mangante, estafador, defraudador y corrupto que abunda a lo ancho y largo de nuestra geografía en todas las Administraciones Públicas que conforman el Estado.

No sé si acertada o equivocadamente, pero en el espectro político todas las ideologías se concentran en dos dimensiones: la económica y la social, que, ni han congeniado ni posiblemente lleguen a conseguir congeniar en el futuro a corto o medio plazo.
Con buen criterio, o erróneamente, en la dimensión económica se integran (yo diría que se le han endosado a voleo y sin mucha reflexión) dos ideologías totalmente opuestas, que son las causantes de la falta del entendimiento entre los humanos: la izquierda y la derecha que forman una línea horizontal. La dimensión social está formada por otras dos antagónicas ideologías también opuestas: autoritarismo - liberalismo formando una línea vertical.
Juntas ambas dimensiones, según una vieja teoría (a mi juicio no muy acertada) integran el mal llamado mapa ideológico que conocemos y por el que nos regimos para encuadrar o encasillar a cada uno en uno u otro lado del espectro político, en el que personalmente yo no creo, y, en el que podemos encontrar (teóricamente) los cuatro grandes grupos que hoy conocemos como: totalitarismo, conservadurismo, socialismo y liberalismo, considerándose el punto donde se cruzan como el centro político que nadie sabe donde empieza ni donde termina ni cuál es su ideología.

Por razones obvias, no voy a entrar a definir cada uno de ellos porque ahora no toca, como dirían los políticos escurridizos cuando les incomoda la pregunta que, en el cumplimiento de su deber le, formula  algún informador avispado en el momento en que no le apetece o no le conviene responder como sería su obligación; solo diré que este reparto en cuadrantes del circulo político, tradicionalmente, ha sido y es convencional y hecho a la medida para que se adapte a los intereses de los partidos políticos, especialmente a la de los mayoritarios con opción de gobernar; por lo que no parece muy acertada esa línea partidista para definir con escrupulosidad y nitidez los límites y las lindes de cada ideología; por eso, a mi, personalmente, me gustaría saber dónde realmente empieza y dónde termina cada una de ellas.

La aberración (ese grave error del entendimiento) a la que se aferran algunos ideólogos, hace prácticamente imposible un razonamiento racional entre distintas líneas de pensamiento diferente, abriendo entre ambas una brecha nada fácil de rellenar. Y no parece posible lograr a corto o medio plazo un entente ideológico que acerque las distintas posturas para unificar criterios y tomar decisiones comunes que favorezcan a los ciudadanos; más bien, parecen antagonismos redomados e irredentos en líneas divergentes, que, más que desviarse y apartarse de la normalidad que constituye la realidad de la sociedad, lo que debieran perseguir es esa necesaria unificación no ideológica, pero sí racional para lograr los fines que la “Política” persigue y la sociedad demanda.

Todas estas imposiciones heredadas del pasado remoto se deberían adecuar a la actualidad que con el paso del tiempo ha experimentado, unos más que cualitativos y cuantitativos cambios, dejando a un lado la vieja y rancia tradición un tanto arcaica de la definición política que encajona en uno de los cuadrantes antes citados a las personas que no siempre están en el lugar que debieran, si la sinceridad fuese su norte y los interese no les condicionaran.

Es sabido que la ciencia política-social estudia de forma más o menos académica las técnicas de análisis político, pero, ¿cómo las aplica? Los profesionales de esta técnica que conocemos como politólogos, son los que deben formar y asesorar a los políticos en activo (otra cosa es que los escuchen) y estos, basándose en sus conocimientos del tema y fundamentándose en las técnicas y los análisis políticos de los primeros, aplicarlas con equidad para lograr un mejor bienestar de la sociedad a la que sirven y pertenecen; pero, no siempre esto se convierte en realidad. La realidad, últimamente, más bien está tomando una deriva que se aleja por completo de lo que es la realidad.

Desgraciadamente, en nuestro país (ni en ninguno) no hay una Política; lo que existe y persiste en la realidad son las políticas partidistas y parcelarias y cada uno barre para su parcela. Así nos va la cosa.

Si existiese una Política a nivel global, no habría guerras, miseria, injusticias, desigualdad, dictaduras, fundamentalismos, hambre.....

Todos los políticos hacen muchas promesas. ¿Cuántas cumplen? Alguien se ha preguntado, ¿por qué mienten los políticos?; ¿por qué carecen de credibilidad?. La pregunta tiene una sencilla y fácil respuesta: ¿Acaso sirven para algo más? ¿Saben hacer otra cosa? ¿por qué se ha descangallado la Politica "con mayúscula", convirtiéndose en el arte de mentir que nuestros representantes practican con asiduidad y tan hábilmente, y, en el "y tú más" que está tan de moda? ¿Quién es el responsable o responsables de éste desaguisado?

Si verdaderamente nuestros gobernantes y dirigentes de los partidos políticos que tan caros nos cuestan a los ciudadanos normales, tanto los que forman la oposición como los que temporalmente ocupan el poder, fuesen políticos de verdad, auténticos repúblicos como tendrían que ser: ¿Estaríamos como estamos?
No obstante, aún podemos estar contentos, porque si con el paso del tiempo llega a prosperar la idea de algunos, se desguañangaría el sistema y pronto nos convertiríamos en Reinos de Tifas y el descalabro aún sería mayor, las desigualdades aumentarían y la economía se desquebrajaría aún más, que ya es decir.

¡Qué pena de dinero que nos cuesta a los contribuyentes tanto gobernante inepto y con muy pocos escrúpulos, cuya falta de responsabilidad desdice la equidad, la honradez y la sensatez de una mayoría de políticos honrados y cabales que se esfuerzan diariamente por servir al pueblo y defender los intereses de sus ciudadanos!

Sé bien que este tema no encaja en todas las mentalidades y que el que dice las verdades pierde las amistades; pero, como cada uno es como es, y cada uno se expresa según su forma de pensar. Yo también; por eso me pregunto:
¿A qué huele España?


4 comentarios:

Anónimo dijo...

A PODREDUMBRE
A CHORIZO DESCOMPUESTO
A M I E R D A

Manuel dijo...

Se ve que has reflexionado y mucho en este tiempo. Vienes fuerte pegando a diestra, siniestra y centro. Es que no hay otra. Es lo que hay. Y visto lo visto ¿sigues siendo optimista?... Yo cada vez menos, aunque lo intento.
Esa es nuestra carencia: DEMOCRACIA, con mayúsculas y POLITICA, también con mayúsculas.
¿Qué a qué huele todo esto? Ya lo dice bien el comentario anterior. Yo añado a PODRIDO, a ESTIÉRCOL, pero del que no vale para abono. Entonces de todo esto no va ha salir nada bueno? …
¡Estamos apañaos!
-Manolo-

Anónimo dijo...

La política,ahora más que nunca,es el arte de engañar,arte repugnante.La cuestión es saber hasta donde el pueblo está dispuesto a dejarse engañar.Esto depende de cada país. La sociedad española como es pastueña,se dejará engañar hasta la saciedad,es más , le gusta que la engañen,no quiere saber la verdad,y en esto España es por antonomasia la caverna de Platón a la que me gusta remitirme.Esta sociedad se complace escuchando a los políticos cuando decían que éramos ricos, después que ya había brotes verdes,ahora que está empezando a haber una mejoría,discreta pero que estamos saliendo del atolladero.A la gente le gusta que la engañen y los políticos se frotan las manos.Nos dan pan y circo,o sea,pan y fútbol y ya está. Los clubes de fútbol son una ruina para nosotros, claro,que somos quienes pagaremos esta ruina,pero la gente prefiere no saberlo,prefiere vivir engañada.Los futbolistas millonarios eligen España porque pagan menos impuestos,claro somos ricos y nos sobra el dinero.Estos pormenores a la gente no le interesa,prefieren vivir en el engaño,de modo que la sociedad está bien servida.Los políticos lo tienen a huevo.El problema no son los políticos. El problema somos nosotros.Un abrazo. Félix.

Anónimo dijo...

Hola Luis, este tiempo que estamos viviendo no presagia nada bueno.
Hace tiempo que dejé de creer en los políticos y me recuerdan , si hay alguno sano, lo acaban pudriendo el resto.
Me preocupa y muy mucho el futuro. ¿Qué podemos hacer? No lo sé. Seguirá la gente tirándose por los balcones y los usureros acumulando fortuna con absoluta desvergüenza. Echaría sacos y culebras si escribiera lo que siento, pero creo que este no es foro adecuado y ya lo hago donde lo creo oportuno. Salva