Durante muchos años, las
religiones han influido, supervisado y condicionado la investigación de los
científicos hasta llegar a marginar (por decirlo de forma suave) a algunos de
ellos, por el sólo hecho de no compartir la línea de pensamiento que la Jerarquía eclesiástica
imponía a sus seguidores.
Las grandes fortunas de que
disponían (y disponen) algunas de las religiones, no siempre conseguidas por
métodos ortodoxos, le permitían doblegarle la voluntad asu antojo a algunos estudiosos si
éstos no genuflexionaban ante los clérigos gerifaltes de la época que tenían el
poder en sus manos y frenaban (y, aún siguen haciéndolo) sus investigaciones si
no les resultaban de su agrado porque iban en contra de sus intereses.
Hoy, tenemos un recién elegido Papa de Roma que apunta otros
horizontes y no parece encarrilarse por ese sendero que debió quedar atrás hace
mucho tiempo. Francisco, da la sensación de que pondrá a su iglesia
( la de los
pobres) en el lugar que le corresponde, pero, también lo intentó Juan Pablo I,
y su desenlace sigue siendo una incógnita, o un misterio, según por donde se
mire, que, con la información de que disponemos al respecto, se presta a todo
tipo de interpretaciones.
En la más rabiosa actualidad, la
ciencia (la biología que es la ciencia que trata de los seres vivos), mediante
la rama de la genética, está llevando a cabo una acertada y bien estructurada
meticulosa investigación sobre el genoma humano, que, sin necesidad de ser muy
optimistas, nos lleva a ver con cierta realidad y regocijo que sus avances en
el campo de la investigación, nos encaminan sin lugar a duda hacia un mundo
menos malo, sin llegar posiblemente a la perfección, pero que más bien pronto
que tarde, sus resultados nos conducirán al Estado del Bienestar que todos nos
merecemos.
Estas investigaciones, que
últimamente nos están mostrando los avances logrados en materia de salud cuyos
resultados han conseguido salvar vidas y erradicar enfermedades, en algunos
casos son todavía, en la actualidad obstaculizados por ciertos clérigos que siguen anclados en el
Medievo y no logran evolucionar a pesar de que las circunstancias son otras muy
distintas.
El estudio científico y su
aplicación de las células madre con fines curativos es digno de encomio, y, sólo
los fundamentalista religiosos sin mucha consideración hacia la sociedad a la
que pertenecen, se oponen a su desarrollo y aplicación.
Las células madre que, con tanto
acierto se están investigando y tan sabrosos resultados está dando esta
investigación, están permitiendo que algunas enfermedades incurables puedan ser
reversibles, aportándoles una calidad de vida digna de todo ser humano a quien
la padecía.
La célula, es una minúscula parte
de nuestro cuerpo que, podríamos definirla como la unidad morfológica y
funcional de todo ser vivo, que a su vez, es el elemento de menor tamaño que
puede considerarse vivo.
Yo no voy a entrar en términos científicos para los que no estoy
cualificado, sino en la influencia que han tenido y tienen las religiones en el
desarrollo de la ciencia cuando ésta no le es afín. Sin embargo, considero
que todo lo que la ciencia logre a favor de la salud de los seres vivos (de
todos) debería ser bien recibida por todos y quitarnos de encima esa “joroba”
de complejos que nada dice en nuestro favor como personas.
Si una madre con un hijo que
tiene una enfermedad incurable, puede solucionarlo con la aportación de otro
hijo y salvarle la vida o evitarle el sufrimiento. ¿Quién tiene autoridad para
negárselo? Solamente porque los mandamases de una cierta religión no estén de
acuerdo ni vean más allá de sus narices en ésta materia; ¿ese hijo tiene que
morir anticipadamente o sufrir un duro calvario durante toda su vida? ¿Esto es
justo? ¿Puede haber algún Dios de alguna religión que, como Padre, quiera algo
malo para su hijo? El mío, no.
Seamos realistas. La vida que nosotros conocemos aquí en la tierra es
maravillosa, y, todos, absolutamente todos tenemos derecho a disfrutarla en
igualdad de condiciones sin que nada ni nadie interponga cortapisas a nuestra
voluntad, ni se deben torcer sus derechos solamente porque alguien trate de
imponer unas creencias religiosas que condicionan el desarrollo de la ciencia y se apartan en algunos casos
de la más elemental norma de convivencia. Para ello, deberíamos todos
enfrentarnos abiertamente a estas posturas poco respetuosas, olvidándonos e independizándonos sin ningún
temor de las arcaicas y ancestrales religiones de cada persona y pensar un poco
en la colectividad humana, si es que queremos lograr un futuro digno y que
nuestro paso por la tierra pueda ser recordado con agrado por nuestros descendientes
como algo de lo que se sientan orgullosos, pues, lo que está claro y se
demuestra a pasos agigantados, (nos guste o no nos guste) es que, no tardando mucho, la ciencia irá
reduciendo el campo de la creencia en favor de la investigación genética, porque
ésta, en un futuro no lejano, creará el ser humano casi perfecto y se
conseguirá una inteligencia muchos miles de veces superior a la actual; para lo
cual, habrá que irlo preparando sin pausa, pero progresivamente, para cuando
llegue el momento, y, sin ningún temor, situarlo en una sociedad acorde a las
circunstancias; pues, estamos ya en una época en la que la investigación
genética promete un futuro halagüeño y, no parece acertado permitir las
diferencias actuales, sino más bien ir creando paulatinamente un estado del
bienestar que contraste con los augurios que nos proporcionará la biología en
el futuro mediante la rama de la genética que ya cuenta con el avanzado estudio
del genoma humano a través del cual, la medicina y la técnica, le proporcionarán
a la humanidad, unas posibilidades incalculables que en la actualidad no posee; pues, en
éste momento, con los medios de que disponemos y los conocimientos que tenemos,
prácticamente estamos entrando en la edad de piedra con respecto a lo que será
el futuro de la genética en ese aspecto, aunque nos parezca que nuestra tecnología actual es muy sofisticada, pero, no es más que un rudo artilugio comparándolo con el futuro no lejano. Por lo que se hace necesario ir
allanando el camino para cuando llegue el momento, no sólo de que el hombre sea
casi perfecto (que lo será), sino de que dispondrá de unos medios tan
sofisticados que, la sociedad actual con su tecnología, será tan arcaica y
desfasada como la quijada del asno con la que en la Biblia se nos dice que en
el Paraíso, utilizó como arma Caín, para matar a su hermano porque no le caía
simpático.
3 comentarios:
Yo creo que es condición del ser humano aferrarse al poder. Tanto si este te lo concede cierto poder moral que algunos te han otorgado como es en el caso de los eclesiásticos o si te lo han dado las urnas. Un ejemplo para esto último nos lo darían el recientemente fallecido líder veneczolano Chávez o el ex espía ruso Putin, hijo de Putina (así se llama su madre y no es broma). Ambos políticos fueron capaces de cambiar e incluso adulterar la legislación de sus respectivos países para seguir en el poder de una u otra manera.
Si estos políticos a quienes se supone que votó el pueblo llegaron a hacer tal cosa. Imaginémonos que no haría una clase de religiosos elegidos entre ellos de manera nepostista y sin leyes o normas impuestas más que por ellos mismos.
Cesar
Es tan importante y complejo este tema con todo lo bueno y malo que pudiera traer consigo, según sus usos, que en etos momentos no tengo el ánimo ni el cuerpo para añadir nada más que:
Saludos,
-Manolo-
Como bien dice Cesar,el ser humano se aferra al poder y,el buscar un asidero a su angustia creo,al ser incapaz de asumir con naturalidad la muerte.Cada cual se aferra a ese algo,llamese religion o lo que se quiera.En eso los orientales con sus filosofias o religiones (budismo etc) creo están más liberados de esa angustia que los occidentales, aunque aqui haya tema para la polémica.En cuanto al Papa creo que será más de lo mismo porque es mision de los jefes,yo solo creo en los grupos menos numerosos que predican con el ejemplo sobre el terreno,que viven en la austeridad y que se juegan a veces la vida.Lo demás es parte de la comedia.
En Europa hay muchos ejemplos de jefes que han manipulado las leyes en su favor:Felipe Gonzalez,Chirac en Francia promulgó una para librarse de ser juzgado durante su mandato,también Berlusconi,todos cuando han podido lo han hecho,o sea.
La ciencia avanza,la tecnologia nos sorprende pero el cerebro del ser humano es el mismo desde hace de miles de años (y ahi está Platón que no se ha superado) y no creo que cambie porque necesita de los llamados pecados capitales para su supervivencia,y algo sabemos los españoles por ejemplo de de la envidia ,que de eso estamos bien servidos y fijate si ha llovido desde Cain y Abel.
Los beneficios de la ciencia sobre el cuerpo humano son innegables pero ahi esta el ADN que marca el ritmo de lo que somos y mucho ojo con modificarlo a la ligera.Es un tema que da para mucho.Vivimos más que antes pero pocos son los que superan la jubilacion sin tomar algun tipo de medicamento y eso es quimica que le metemos al cuerpo y habran de pasar lustro o siglos para ver la incidencia sobre el ADN.De modo que, optimista soy, pero muy,muy moderadamente. Un abrazo.Félix.
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