El famoso edificio del Palacio de
las Cortes Españolas que data del sigloXIX está ubicado entre la calle Zorrilla
y la Carrera de San Jerónimo, cercano al Paseo del Prado madrileño.
La fachada de tipo palacial recae a la Carrera de San
Jerónimo en cuya entrada principal existe un hermoso pórtico de seis columnas
estilo corintio que protege las puertas de bronce que dan acceso al edificio y
que solo se utilizan en escasas ocasiones.
Delante del cuerpo central existe una escalera que esta
flanqueada por los elementos más característicos, emblemáticos e icónicos del popular edificio. Son los
monumentales y más famosos leones de España: los leones del Palacio del
Congreso de los Diputados o Cámara Baja que como es sabido es una de las
cámaras de las Cortes Generales que conforman el parlamento español; que es el
órgano constitucional que representa a todos los españoles donde nuestros
legisladores, además de dormir, también debaten y algunas veces combaten los temas de interés nacional.
No hay nada más español que los emblemáticos leones de las Cortes, a
los que, la cultura popular bautizó con
los nombres de Daoíz y Velarre, se supone que en honor a los dos capitanes
muertos en el levantamiento del Dos de Mayo; si bien, existe otra conocida versión
(voz populis que corría por el viejo Madrid en la que eran conocidos como
Benavides y Malospelos) y que, desde
1.872 están custodiando la entrada al edificio; obra como el resto del pórtico,
del maestro-escultor-artista, Ponciano Ponzano, fundidos con el bronce de los
cañones que los españoles “capturaron” al enemigo en la famosa Guerra de
África, incautados a los cuarteles en Marruecos en 1.860.
Estos conocidos leones que ocupan el lugar que en otro
tiempo ocupaban unas grandes y artesanales farolas que al parecer no eran del
agrado de los parlamentarios (caprichosos ellos), en principio fueron de
escayola y pintados con una manita de pintura que simulaba el bronce, debido a
la situación económica por la que pasaba el país y a las disputas y discordias
(como siempre) habidas al efecto entre sus señorías los ocupantes de los
escaños.
No hace falta devanarse la cabeza o tener muchas luces ni
ser excesivamente inteligente para adivinar cuanto durarían a la intemperie
(aunque estuviesen hechas por Ponciano) esas esculturas que, por cierto, eran auténticas obras de arte. Un año mas tarde su estado era calamitoso y tan
deplorable, que sus señorías decidieron
encargar unos leones de piedra, pero, eran tan pequeños y ridículos que no solo descontrastaban con la
fachada, sino que fueron el hazmerreír de la gente que los contemplaba; por lo que fueron vendidos y
sustituidos por los actuales y conocidos majestuosos leones que fueron forjados
con el bronce procedente de Marruecos en
la Real Academia de Artillaría en Sevilla en el año 1.865.
Con el paso de los años y los miles de turista, curiosos y
visitantes, estos leones se han hecho tan famosos como la Cibeles o el toro español; han sido fotografiados cientos
de miles de veces por propios y extraños desde distintos planos e ilustrado
infinidad de reportajes. Pues bien; ahora se ha descubierto recientemente que
uno de ellos, concretamente Daoíz, es eunuco, carece de bolsa escrotal -no
tiene testículos- y se ha levantado un revuelo tal, que algunos
“iluminados”ya han tomado la decisión de dotarle al infeliz, del preciado don
que carece para evitarle acomplejarse de la dotación de su colega que
disimuladamente le mira de reojo y con ironía a sus partes más íntimas cuando
no lo ve. ¡Pobre Daoíz!; ¡Que jugada le hizo su progenitor...!
¿Por qué no tiene testículos Daoíz:? ¿Por un olvido del
artista, porque Ponciano Ponzano quiso hacerlo así para que fueran diferentes,
porque algunos artistas quieren dejar un detalle que destaque y despierte la
curiosidad de los curiosos que lo visitan y fotografían, como ocurre con la
rana en la calavera de la fachada plateresca de la Universidad de Salamanca,
por citar un ejemplo?
¿O quizás el artista se adelanto a los tiempos y visionó
el futuro enterándose del reciente estudio y descubrimiento de Corea del Sur en
el que queda patente que la castración prolonga la vida de los eunucos un 40%,
o sea, aproximadamente, unos veinte años más que sus parientes y quiso
premiarle con ese privilegio?
¿Quién somos los contemporáneos para modificar la obra del
artista sin consultar ni con él ni con el león que es el afectado sin saber si
fue una decisión del autor por considerarlo un detalle artístico que lo
diferencia del otro, si se lo pidió el propio león a Ponciano, o si fue
castrado en una pelea con un león mas fuerte y vigoroso que él y, como tal está resignado?
¿Para qué le van a “acoplar” ahora unos testículos? ¿A
estas alturas va a tener descendencia? No entiendo qué se persigue además, de
notoriedad a la que aspira el cirujano que le haga la operación, que dicho sea
de paso, esperemos que no los rechace el metabolismo de su metálico organismo
felino y haya que repetir de nuevo la operación quirúrgica si no se encuentra
el medicamento adecuado al órgano “injertado” por tratarse de un material no
adecuado y generador de alguna patología que no acepte la prótesis genital.
¡Menudo problema...!
¿No sería mejor dejarlo tal y como lo modeló el artista?
¿No hay nada más importante en lo que invertir esos tres mil euros que cuesta
dotarle del saco escrotal con dos bolas de bronce -se supone- que es lo que
cuesta (en un principio) la operación del acople testicular felino al paciente Daoíz?
¿Es necesario, conveniente, importante o aconsejable
subsanar “ahora esa injusticia” que hiere los sentimientos y la masculinidad del
felino como macho ibérico? ¿O, es que los parlamentarios -no
las parlamentarias- se sienten frustrados al entrar y salir al “dormitorio”
(sede oficial de las cortes españolas) cuando pasan junto al felino eunuco y
les entra una especie de repelús o escalofrío por el cuerpo que les impide el
normal desarrollo de su actividad en la cámara porque uno de sus “guardianes”
de la entrada está des-cojonado? ¿No es
para descojonarse...?
Posiblemente, a lo largo de su permanencia en el lugar que
ocupan los leones, a la mayoría de los legisladores/as, funcionarios, empleados
del mantenimiento, informadores y visitantes que han pasado por la puerta, así
como a los miles de curiosos y turistas que los han fotografiado desde todos los ángulos, les ha pasado
desapercibido ese “detalle” que ahora se pretende remediar para que el Rey de
la selva no se sienta acomplejado por tamaña ignominia y pueda ir de botellón por
Madrid ligando como cualquier mortal.
¡Somos geniales...!
Cuando interesa desviar la atención del ciudadano de los
verdaderos problemas que le afectan, se buscan todas las escusas que
haga falta y se montan las noticias más estrambóticas y rocambolescas para
distraer de forma espectacular la atención del
respetable, como es el caso que nos ocupa con el implante de la bolsa
escrotal al pobrecillo Daoíz que lleva tantos años reclamándola sin que nadie le haya hecho
ni puñetero caso. ¡Qué cosas tiene la vida...! Somos únicos los españoles.
Y, a pesar de todos los pesares; esperemos que estos
leones, con o sin co - - - - -, sigan custodiando con gran ahínco y gallardía como
lo han hecho hasta ahora, la entrada principal de ese emblemático edificio que
da cobijo a lo que los ciudadanos podríamos denominar “la voz de España”.
7 comentarios:
Amigo, Luis, España da para mucho porque es que somos, y se ha dicho hasta la saciedad, diferentes. Lo de ser diferentes no es ni bueno ni malo en si, pero sí lo es cuando lo negativo domina sobre lo positivo en una sociedad, que en muchos ámbitos es nuestro caso. España ha estado secularmente muy preocupada de sus cojones, con perdón. No lo digo yo, lo demuestra el escritor Arturo Pérez Reverte en su brillante tesis para demostrar que en España hay cojones para todo y así lo expresa nuestra Lengua Española. La pregunta es: ¿Por qué estamos tan obsesionados con el sexo?:”No me toques los c…, hace lo que le sale de los c…, se la coge con papel de fumar, y así seguiríamos horas aludiendo al sexo para expresarnos. ¿Alguien duda que no seamos una sociedad súper, súper machista? Somos un pueblo por c… imaginativo como nadie. Por eso no es extraño que saquemos a pasear ahora los c… de esos pacíficos leones. Escribía el inolvidable Francisco Umbral que el cardenal Segura, que era más franquista que Franco, allá por los cincuenta, mandó cortarle los c… ¡que nadie se asuste!, a ocho esculturas, romanas, supongo, del Museo Arqueológico de Sevilla. Tiene c… la cosa. Y ahí seguimos amigo Luis.
Yo soy partidario de respetar la obra del artista como la concibió. Lo que ocurre es que en este caso de los leones puede ser un símbolo inagotable. ¿Los que están dentro del Congreso se parecen al león de Daoiz o al otro? ¿La sociedad española se parece al león de Daoiz o al otro?, y así hasta la saciedad. Ahora caigo en que lo que representa de verdad al pueblo español, son los leones del Congreso. ¡Manda c…!
Un abrazo. Félix.
Tiene c...., que con los temas importantes que hay que solucionar, este sea prioritario y se gasten dineros en colocarle los c.... al león. Es que aquí nos gusta tocar los c..., incluso a quien no los tiene. O lo que es más: se le ponen para tocárselos después de puestos.
Tengo por ahí un archivo sobre "los c....s" que es digno de escuchar, pues no tiene desperdicio y que seguro odos o casi todos lo habréis escuchado.
Soy de la opinión de Félix que la obra debe continuar como la dejó su autor; no sea que tengamos otro caso como el Ecce Homo de Borja.
España y los españoles semos asín
-Manolo-
Yo prefería que los que están dentro tuvieran los c------bien puestos para resolver tantos y tantos problemas como hay. Los leones están muy bien como están, con c------o sin ellos.
Saludos Cari.
Luis,en primer lugar he de pedirte disculpas por y mi retraso al insertar comentario en tu entrada. Los días son cortos en cuanto al tiempo para poder hacer todo aquello que nos gustaría. Es algo que, hoy por hoy, envidio de aquellos que ya no tenéis las obligaciones laborales. Quizá, cuando llegue ese día me lleve una sorpresa y tampoco haya tanto tiempo libre.
Todos vuestros textos son entretenidos y nos enriquecen culturalmente. Imagino el trabajo que has debido realizar para documentarte a la hora de escribir sobre el asunto curioso de los leones y su bolsa escrotal.
Creo que nadie debe interferir para modificar la obra que un buen día dio forma el escultor. Si los hizo "capaos" por algo sería.
Por tanto, que no pierdan el tiempo en vanalidades, y menos con la que está cayendo. Si los felinos pudieran hablar es muy problable que dijesen: dejar mis partes pudentas como están echarle más cojones a sacar este país del pozo al que lo habéis llevado- Un abrazo, Salva.
Félix, tu siempre grato comentario anima a seguir en el camino, pues tienes un don especial al expresarte que resulta gratificante recibir tu opinión; tus aciertos en las referencias que haces dan siempre en el centro de la diana, y tu sinceridad acaricia.
Respecto a la que escribió Umbral sobre el cardenal Segura relacionado con la orden de castrar las esculturas romanas, lo había oído o leído, pero ya no lo recrodaba hasta que al leer tu comentario, me arrancó una cómplice sonrisa al llegar a mi memoria algunas de las tropelías que, en nombre de yo no sé qué dignidad, se han hco al patrimonio artistico-cultural nacional por orden de los iluminados de turno que se deben considerar enviados del cielo para redimirnos a todos los infieles e ignorantes-incultos que no compartimos sus taras mentales.
Sí, Manolo, sí, en algunas cosas los españoles como tú bien comentas,"semos asín", nos parece que "semos unos elustraos que avemos azquirio toas las costumbres y la curtura de los de la capital y que lo zavemos to, toito to, y ya semos unos señoritos bien plantaos y mu educaos tos porque avemos arregüelto tos los conocemientos que aprendimos de rapaces en el pueblo y, aora ya de mayores semos unos entelectuales que zavemo avlar de politica y toas esa cosas moernas y bamos a zolusiná to lo que ze mus meta por los ojos". ¿Vale....?
Y, como ésta es una cuestión de " guebos..."escrivida en los antiguos cronicones; aquel a quien no le guste que se toque los c------ o se rasaque los ovarios en las mismas condiciones.
Cari; las estatuas de los leones seguirán donde y como están aunque algún "gracioso" ordene modificar una con su genialidad descafeinada y le injerten una bolsa con unos gramos más de peso, el felino seguirá siendo el mismo de siempre.
Por otra parte, ya dices bien que, posiblemente algunos de los que están dentro necesitarían un par de reaños bien puesto para desarrollar con más brío su labor que tan cara nos cuesta a los ciudadanos-contribuyentes. Y, si me permites, yo añadiría que un par de buenos ovarios, en más de una ocasión, también vendrían bien para poner las cosas en su sitio, y no solo para demostrar quién manda en casa.
Amigo Salva.
Comentar o responder a cualquier tema que escribamos cualquiera de nosotros, es opcional, aunque siempre muy grato para el que lo recibe. Yo personalmente te agradezco el detalle de opinar sobre mis escritos como lo haces tú pero, no estás obligado a ello, menos aún cuando el tiempo escasea y requiere de un esfuerzo mayor; y, cuando la persona que te honra con su opinión valora los trabajos de los demás como es tu caso resulta congratulante; si bien, me da la impresión de que tu valoración no es la misma cuando se trata de valorar tus propias obras de arte.
En cuanto a la escasez de tiempo disponible se refiere, te comprendo perfectamente, pues durante mis años de actividad laboral me ha escaseado mucho y, ahora que no tengo las obligaciones de antes, me arrepiento de haber estado casi esclavizado por mi mismo lamentando no haber hecho muchas de las cosas que me hubiese gustado hacer y no las hice, porque, ahora, ya se han quedado en la nada; así que si quieres el consejo de un viejo,no te esfuerces demasiado en el trabajo, porque, ni heredarás la empresa ni luego recuperarás el tiempo pasado y no aprovechado; ese no volverá por muchas promesas que le hagas y muy astuto que seas intentando convencerle. No te hará caso, puedes estar seguro.
¡Ha.!y, muchas gracias por sacar tiempo para comentar mis escritos, pero, sin ninguna disculpa; cada uno hace lo que puede y se le debe considerar por lo que hace.
Un abrazo a todos. Luis
Eso pasa por no hacer con los leones lo mismo que con los papas de Roma cuando justo antes de nombrarlos.
Duos habet et bene pendentes.
C. Esteban
Eso pasa por no hacer con los leones lo mismo que con los papas de Roma cuando justo antes de nombrarlos.
Duos habet et bene pendentes.
C. Esteban
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