El cambio producido en el planeta motivado por los grandes
acontecimientos acaecidos en los últimos cien años, entre los que se encuentran
las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, también conocida como la gran
Guerra que movilizó más de setenta millones de militares, convirtiéndose en una
de las mayores guerras de la historia
conocida por el hombre y nos dejó como recuerdo el escalofriante saldo de más
de nueve millones de muertos combatientes, además de los ahora llamados daños
colaterales que fueron inmensos como consecuencia de los avances tecnológicos y
sofisticados para la época de la industria armamentística (dichoso dinero), que
experimentó, sin importarle las consecuencias y estragos el uso abusivo y de
forma masiva y desproporcionada además de temeraria por parte de los estados
participantes en la contienda; todos ellos con afán de supremacía.
Una de las consecuencias de esta
horrible guerra que dio comienzo el 28 de julio de 1.914 y finalizó el 11 de
noviembre de 1.918, fue el entonces llamado nuevo mapa de la Europa Central que
fue dibujado con nuevos y pequeños estados mediante el controvertido Tratado de
Versalles, del que, no son pocos los que lo consideran el origen de la Segunda
Guerra Mundial (1.939-1.945), al final de la cual, los contendientes y otros
que no lo fueron, para solucionar los grandes problemas y diferencias habidos
entre las distintas naciones, decidieron crear la Organización de Naciones
Unidas; lo que hoy conocemos como la ONU, de cuya unidad habría mucho, pero
mucho que hablar.
La Segunda Guerra Mundial y sus
conocidas y desastrosas consecuencias, cuyo final dio comienzo a la llamada Guerra
Fría entre la Unión Soviética y los Estados Unidos por la supremacía
militar y control del planeta; fue el motivo de grandes desmanes por ambas
partes cuyas consecuencias todavía las estamos pagando los que no tuvimos nada
que ver con el tema; y, no finalizó (que optimista), hasta después de la caída
y desaparición a manos del pueblo llano, del muro de Berlín.
En las dos vergonzosas guerras,
lo único que contó, como siempre, fueron los intereses económicos, sin tener en
mucha consideración las ideas y sentimientos de los ciudadanos, excepto el
endiosado e iluminado Adolf Hitler.
Las ideas eran complementarias a
los intereses de cada estado. No contó gran cosa ni la izquierda ni la derecha
política. Lo que de verdad contó fue el poderoso caballero don dinero que no
tiene consideración con nada ni con nadie, ni le importan absolutamente nada
las ideas de nadie, ya sean de izquierdas o de derechas.
Desde mi llegada a este planeta, en el mundo han
acontecido hechos de gran relevancia que han dejado marcada una profunda, larga
e indeleble estela en la historia. La casi totalidad de los acontecimientos han
sido por dinero. La citada Primera Guerra Mundial o Gran Guerra aconteció antes
de mi existencia; pero la Segunda Guerra Mundial, ya estaba en pleno auge
cuando llegué al lugar más maravilloso de
este bendito mundo un viernes 13 de septiembre del año 1.940.
Entre algunos de
los miles de hechos que merecen ser mencionados se pueden citar: la caída del Muro de Berlín que marcó un
hito en la historia dando un vuelco a muchos y grandes tabúes algunos de ellos
generadores de ignorancia, la estructuración de Europa acomodada a los
intereses de unos cuantos, la caída de
algunas de las más sangrantes dictaduras, la desaparición de una importante
parte de las entelequias y ancestrales Monarquías, la formación de la Unión
Soviética y su posterior desmoronamiento, la progresión cabalgante del
insaciable y deshumanizado capitalismo
que está esclavizando al ser humano e imponiéndole su tiranía de guante blanco
y apoderándose del poder en todos los
sentidos, el nacimiento y hundimiento del comunismo como tal, que no logró
convencer a la ciudadanía con sus métodos, el nido de la discordia constituido
por tándem Israel - Palestina, creado por los interese de algunos países en
unas condiciones no muy razonadas y, así les va la cosa a ambos. La fabricación
de armas de destrucción masiva, tales como las experimentadas con explosiones
de bombas nucleares y sus más que horribles consecuencias. Todo esto y un
largo, pero muy largo etcétera que daría para estar diez años escribiendo sin
tregua sobre cada uno de los acontecimientos y sus innumerables errores.
En todos estos, y otros muchos
más de los acontecimientos acaecidos en el periodo de tiempo citado
anteriormente, el dinero, y, como consecuencia, el poder, como siempre, ha sido
el autor, el director, el protagonista y el motor de todo lo que ha acontecido
en el mundo, políticamente hablando, para bien o para mal. Las ideas quedan al
margen del poder del dinero cuando este impone su santa voluntad. Qué importa
ser de izquierdas o de derechas, lo que importa es estar en poder del poder;
del poder único: “El dinero”. El todopoderoso dios de todo lo terreno. Se mire
por donde se mire......; y, aunque existan las más variopintas discordancias,
esa es la realidad.
Y, yo me pregunto: ¿El dinero, es
de izquierdas o de derechas?
Desgraciadamente, hoy, tanto los
dirigentes de los partidos políticos de la llamada izquierda, como los de la
conocida como derecha, albergan en las filas de sus correspondientes partidos
políticos una considerable cantidad de corruptos que directa o indirectamente
han “tolerado”, o por lo menos han hecho la vista gorda ante comportamientos
poco dignos, permitiendo u ocultando, incluso, en algunos casos
colaborando o consintiendo que esa gentuza siga esquilmando el país.
Es conocida la leyenda que dice
que en otros tiempos ya pasados, una ardilla podía atravesar la Península
Ibérica saltando de rama en rama sin necesidad de bajar del árbol. ¡Qué
maravilla...! ¿Por qué no podría
ocurrir eso ahora que tanto necesitamos de árboles para regenerar el medio
ambiente...? Lo cierto es que, hoy, también podría hacer lo mismo la
descendiente de aquella ardilla sin esforzarse mucho; pero, saltando de chorizo
en chorizo, porque, de eso sí que abunda en este nuestro sufrido país del jamón
ibérico y los otros chorizos (los buenos) que dicho sea de paso, esos sí que
son estupendos y exquisitos y no nos dan quebraderos de cabeza, sino todo lo
contrario.
Por culpa de algunos políticos
ineptos e irresponsables, lo que podría llegar a ser en un tiempo relativamente
corto el Estado del Bienestar Social, se está creando el malestar
social; “el estado de la necesidad social.” De la necesidad de
alimentos, de Justicia, de libertad, de democracia de igualdad, de tolerancia,
de respeto, de dignidad. Y..., ya no sigo más...., para no indignarme.
Con esta egoísta y partidista
ambición de poder y total y absoluta ceguera política de futuro, se está
sembrando la necesidad para recoger la miseria. Es duro pero es real; y eso,
es lo que están haciendo la casi totalidad
de los partidos políticos de nuestro país con sus políticas de pacotilla tanto
la izquierda como la derecha y se quedan tan panchas, compitiendo ambas por
copar el podium de la ineptitud más exquisita, intentando conseguir la medalla
de oro en esta lucha sin cuartel que se han impuesto ambas para demostrarnos a
los ciudadanos cual de las dos es más inútil e incompetente gobernando. ¡Qué
maravilla de políticos tenemos en el país....!
Y, visto lo visto, yo quisiera
saber si soy de izquierdas, de derechas, o de un centro sin centro de gravedad
que nadie sabe dónde está ni par qué sirve.
¿Alguien me podría decir dónde
empiezan y terminan la izquierda y la derecha política y, qué espacio ocupa el
comodín del centro? Me gustaría saberlo con certeza, porque así sabré a cual
pertenezco y podré situarme en el lugar adecuado.
Algún lector/a se preguntará: ¿A
cuento de qué viene ahora todo esto?
Me explicaré:
Hace solamente unos días,
hablando por teléfono con un paisano (que, por cierto, es de aguda
perspicacidad y desenvuelto el muchacho, además de tener una clara visión
política de futuro) sobre los acontecimientos habidos este año en las fiestas
patronales que, le han dado un realce especial al pueblo, salió la conversación
de ese tan manido tema que está tan rabiosamente de moda y anda de boca en boca de todos: “La que está cayendo
con la crisis” que tan duramente está golpeando a la clase trabajadora, a
la que cada vez que vienen mal dadas, para no perder la costumbre, recibe todos
los palos, vengan de donde vengan, y sigue aguantando estoicamente.
Como quiera que son muchos los
años que no contactábamos (no nos hemos
vuelto a ver desde la infancia en la escuela grande del pueblo) y, como
es lógico, nos hacíamos preguntas de toda clase; él me preguntó: Luis, ¿tú eres
de derechas o de izquierdas...? Me causó un poco de extrañeza al principio,
pues nunca he tenido ni claro ni nítidamente definido a nivel global, qué son
las unas y las otras; pero, intentaré exponer mi punto de vista para que mi
compueblano tenga una idea aproximada de mi forma de pensar:
Mi ideología no es neutral,
pero, ni la izquierda ni la
derecha
hoy son mucho de fiar;
y no creo en un centro
que todo lo vaya a remediar;
pues, ni existe ni ha existido
y dudo que existirá.
Tal y como están las cosas,
nada es fácil de arreglar,
por mucho que digan intentarlo
los que lo podrían solucionar;
otra cosa muy distinta
es la forma de pensar;
cada uno piensa a su manera,
sin necesidad de participar
con la política de
un partido
que, sólo sabe hacer promesas
en campaña electoral
y busca
constantemente
su interés particular;
pero, cumplir, poco cumple
a la hora de la verdad.
Por eso, me pregunto....
¿Qué es la izquierda, qué es la derecha, qué es el centro?
Y sobre todo: ¿Dónde empieza y dónde termina cada una de ellas? (en breve
escribiré un tema sobre este particular)
Yo personalmente no lo sé; y,
como no lo sé, no creo en ninguna, porque la experiencia acumulada a lo largo
de mi vida me ha convencido de que, tanto las unas como las otras, barren
siempre incondicionalmente para el mismo sitio: Para su casa....
Por lo que deduzco, que, ambas
empiezan y terminan donde empieza y termina su casa y, la verdad, eso no me
gusta nada; absolutamente nada.
¿Por qué?
Muy sencillo: porque ambas,
siempre han manejado y manejan el dinero público que es de todos los
ciudadanos, y, además es muy goloso y como es tan dulce, “involuntariamente”
se pega a los dedos de quien lo toca.
Sólo este tema daría para
escribir una enciclopedia de cien volúmenes y seguramente nos quedaríamos
cortos, pero como cada uno tiene derecho a expresar sus sentimientos, pues,
aunque breve, aquí dejo mi opinión, por si alguien tenía alguna duda al
respecto:
Ni he sido ni soy de
izquierda
y la derecha me da igual,
para mi, las dos son lo mismo:
buscan el voto nada más;
sólo miran por lo suyo,
sin importarle lo demás.
Mi norte es la democracia
y que el mundo viva en paz,
mi dios guía mi conciencia
que no me va a traicionar.
Yo creo en la libertad,
la justicia y la igualdad,
así seguiré mientras viva,
y, nada me hará cambiar.
No me importa nada
lo que digan los demás;
siempre he tenido claro,
que, lo que sí sé, es pensar
ese don, no me lo
arrebatará nadie
por mucho que lo pueda intentar,
ya sea de izquierda o de derecha
o del centro insustancial;
no creo en el comunismo
ni en la política del capital;
son distintos, pero iguales
a la hora de actuar,
todos prometen mucho
y alaban la libertad,
pero llegado el momento,
ambos dictan a cual más,
relegando al ser
humano
a un objeto nada más;
por eso, soy como el ave:
vivo y pienso en libertad,
expresando mis sentimientos
con toda sinceridad.
4 comentarios:
Gracias a la foto veo que no has cambiado casi nada desde hace casi sesenta años y compruebo en esta de perfil, que tienes idéntica nariz que mi abuelo Ángel, el tio Angelin. Tratas un temazo que como dices da para escribir toneladas de hojas. En lo que respecta a tu pregunta: Izquierdas derechas, creo que tu das la respuesta en tu exposición, en tus versos: Los políticos”buscan constantemente su interés personal” y ahí queda resumido todo. Ahora con la crisis se ve todo perfectamente aunque haya gente que siga sin verlo o no quiera verlo. La otra pregunta derivada seria:” ¿Hay políticos honrados o como se dice ahora, honestos? Mi respuesta es que no, porque la condición de político conlleva no ser honrado, y si es honrado no es político, es decir que está ahí para hacer bulto pero no manda nada. Habría que cambiar el término, el estatus, para convertirse en un gestor de los dineros públicos, que es lo que además hacen ahora, pero con la diferencia que deberían ser controlados por una especie de asamblea popular donde rindieran cuentas hasta el último céntimo, con sanciones hasta de cárcel si fuera preciso. Pero eso no les interesa y como son ellos los que hacen las leyes pues nada cambiará, salvo que el pueblo haga como los islandeses, que no lo hará Lo de las izquierdas y las derechas quizás en los años treinta tenía un sentido como cuando la izquierda en Francia, comunistas y socialistas, consiguieron las cuatro semanas de vacaciones para los obreros y alguna cosa más pero aquello se diluyó con el tiempo. Sin embargo es interesante observar como el PSOE, se aferra a ese discurso, falso en su totalidad:”Somos la izquierdas, defendemos el estado del bienestar (el suyo) combatiremos la política de la derecha,”etc, etc. Creo que solo los suyos, los que viven de este cuento les cree ya, más algún rezagado que no se haya dado cuenta que las izquierdas han estado y están con el gran capital, algunos de ellos viven además como tales. Yo no pertenezco a ninguno de los dos bandos e intento ser libre y crítico. Lo que está bien hecho no es ni de izquierdas ni de derechas, simplemente está bien hecho.
Un abrazo. Félix.
thHola, tratas temas muy interesantes, peo muy difíciles de contestar, yo de política se lo justo, por lo tanto lo dejo para los que entendeis más, Que yo, pero lo que sí tengo claro, es que la derecha y la izquierda son iguales, siempre decian que los de derecha miraban más por los empresaríos y los socialistas por los obreros y yo creo que los dos miran por ellos mismos haber cual saca más y se llenan los bolsillo.
Saludos Cari.
Saludos,
-Manolo-
Hola Juan Luis, al leer tu entrada esta vez, compruebo que la coincidencia de ideas contigo es apabullante por mi parte. Soy más joven y por tanto no acumulo tu experiencia, pero desde hace unos años he comprobado que, por desgracia, la rueda que mueve el mundo es el asqueroso dinero. Pueden vendernos la burra con palabras altisonantes como sostenible, ecológico, estado de bienestar, bla, bla, bla.
tanto la derecha como la izquierda buscan perpetuarse donde se reparte el bacalao para llevarse la correspondiente tajada. Ahota me la llevo yo y en las próximas te la llevas tu. Los más osados en dinero que se convierte en un pulpo de alargados tentáculos, que se agarran como garfios para sobornar y tapar el pringue.
Aquellos que no tienen esa ansiedad por acumular billetes se pudren con el encanto del poder y su influencia, colocó a fulanita y también si hace falta a la queridita.
Ha llegado un momento en que la gente ha perdido toda la credibilidad en la clase política.
¿Cómo vamos a creer en gente que vive llena de privilegios mientras aquellos por los que está en esa posición viven en la privación?-
Ellos tenían que dar el máximo ejemplo de compromiso, pero de donde no hay no se puede sacar. Carecen de dignidad y de verguenza y ya veremos qué pasa en las elecciones venideras.
Me sorprende que aún vayamos a votar. Habría que castigarles con la ignorancia más supina y que las urnas quedaran vacias.
Tasl vez entonces los partidos, todos, recapacitaran y se dieran cuenta que han de dar ejemplo y que nunca han de tener unas con diciones en clara ventaja sobre las personas a las que representan.
Por eso me importa un carajo tanto la izquierda como la derecha- Un abrazo. Salva
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