16 junio 2012

EL MILLONARIO


EL MILLONARIO

Era tan pobre en la vida,
que, por no tener, no tenía
ni perro que le ladrara,
ni su sombra a la luz del día
se veía reflejada.

Nada tenía para comer,
y, hasta el agua le escaseaba,
ni fuerza para poderse mover,
ni para descansar una cama.

El suelo era su colchón
sus viejas botas, la almohada,
y, hasta el aire al respirar,
le parecía cosa prestada;

pero era un hombre feliz
que a todo el mundo respetaba;
tenía fama de cabal
y, hablaba con voz pausada.

La vida fue cruel con él
y le jugó una mala pasada,
aunque siempre lo tuvo todo
sin nunca haber tenido nada.

Tenía coraje y fe en la vida
y con eso se conformaba;
con los despojos que otros no comían
cada día se alimentaba.

Una mañana de crudo invierno
de fuerte helada acompañada,
este hombre sensible y tierno,
murió muy de madrugada;

casi al amanecer el día
lo halló un hombre que por allí pasaba
cubierto con un cartón que decía:
¡Me voy...,  y, no me llevo nada...!

Y, mientras su rostro sonreía
y su mirada brillaba,
una escuálida mendiga decía:
se fue...., se me fue.....;
¡con todo lo que  yo lo amaba....!

1 comentario:

Manuel dijo...

¡Pobre millonario! el de tu poesía.
Solo nos falta en esta blogosfera un músico que ponga melodía a tanto poema, letras, pensamientos y relatos que abundan por aquí. Algunos temas bien podísn llegsr s ser números unos.
-Manolo-