Esa madre tierra que me vio nacer,
es la tierra madre que me dio su querer,
testigo de la infancia que me vio crecer
y, cuna de la madre que a mi me dio el ser.
Es la tierra noble que, ya en mi niñez
me enseñó con empeño lo que es la honradez,
a querer a sus gentes como un buen zarceño,
y, a aprender que de la vida, nadie tiene dueño,
a respetar los mayores cuando al llegar la vejez
son como las flores y se les arruga la piel,
a saber que es el pueblo, que un día yo dejé
para ver otras tierras que quería conocer,
y que, el recuerdo más grato siempre guardé
de esa tierra amada de la que pude aprender
que fuera de sus lares nada mejor hallé
esperando el momento de poder volver
a estar a su lado cual amante fiel,
que, al regresar a su hogar le abraza de pie
a la esposa amada que no dejó de querer.
A esa mi tierra charra que un día volveré,
ahora quiero decirle lo que yo sé hacer:
Darle las gracias por verme nacer,
y que sepa que siempre la llevo en mi ser.
4 comentarios:
Como todos, muy pero que muy bonito.Saludos CARI.
Sin duda que la Zarza sabe que la llevas en tu ser.
Dije anteriormente en otro comentario, medio en broma, medio en serio que acababas de llegar y ya eras nuestro poeta de guadia. Ahora lo digo en serio. Servicio de poeta abierto 24 horas, como nuestra página: abierta dia y noche las 24 horas y los 365 dias el año. !Casi na!
¡¡¡ IMPRESIONANTE !!! Rosa.
Otro poema entrañable. Desconozco cuánto tiempo viviste en Zarza. Y si me queda claro que te dejó un gran y grato recuerdo. Saludos cordiales. Salva.
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