30 septiembre 2014

SEPTIEMBRE 2.014


No sé por qué, pero, desde mi punto de vista (personal), septiembre es un mes simpático, variopinto y un tanto rocambolesco, como ha ocurrido este año que nos ha agobiado con su inesperado calor, que, incluso en algunos lugares ha superado la temperatura máxima del año; y también con sus lluvias que han inundado campos y poblaciones enteras.
Es cierto que es anómala esta circunstancia que, para algunos turistas  extranjeros y veraneantes del país les ha favorecido en sus vacaciones, permitiéndoles disfrutar de las playas mejor aún que los que vacacionaban en los meses de julio y agosto, con la ventaja de que les ha salido más barato a los veraneantes septembrinos que al resto. ¡Qué bien!
A mi, personalmente, éste mes me trae siempre gratos recuerdos de mi juventud euskalduna, no solamente por haber podido en todo momento disfrutar de unas estupendas playas que tenía todo el año a mi disposición y a pocos metros de casa en la bella Donostia, y el precio por disfrutar de ellas para mi era el mismo en cualquier mes del año; pero, septiembre, a pesar de tener que retornar a la rutina de la monotonía del trabajo, siempre me permitía guardar en mi particular baúl de los recuerdos, alguno original y grato de ese verano que se iba quedando atrás y septiembre se lo llevaba para entregárselo a Morfeo en sus brazos hasta el próximo año. ¡Así es septiembre!: Jovial y divertido, alegre, intenso y agradecido. Es un mes especial, aunque a algunas personas le deja marcada huella de su paso el síndrome pos vacacional tan plúmbeo como molesto que, generalmente, empieza precisamente, en este noveno mes del año del calendario Gregoriano que me permitió (hace solo unos cuantos días) ver la luz a la vida y disfrutar de ella con alegría y un especial optimismo que me aumenta en éste, para mí original séptimo mes del calendario romano.
Es cierto que en septiembre, se acusa con más agresividad la escasez de medios económicos como consecuencia de haber dejado atrás las vacaciones que nos vacían los bolsillos y agolpan los pagos que nos visitan después del verano; pero éste año, me gustaría ser generoso con septiembre y expresarle mi gratitud por la visita que tan amablemente nos ha hecho.
Ya sé que algunos pensarán que estoy viendo solo una cara de la moneda de septiembre; posiblemente tengan razón, pero si miran la bienvenida que le hacía desde ésta misma web el año pasado, comprobarán que no fui tan benevolente como lo estoy siendo ahora. Por eso, septiembre tiene dos caras; como la mayoría de las cosas.
En septiembre, también se reinicia el curso político que, en nuestro país de las contradicciones marca el ritmo a seguir de los aconteceres anuales ; los niños, como es obvio empiezan las clases en los correspondientes colegios con el consiguiente descontento inicial por parte de los remolones que suelen ser los más pequeños estudiantes que ven cómo para ellos, sus cortas vacaciones se terminan, (precisamente cuando más animados y deseosos estaban a continuarlas) y se ven obligados a dejarlas para incorporarse un año más “al cole” y tener que aguantar la murga de los profesores que, “todos ellos” son unos pesados en clase.
En septiembre se pasa progresivamente del calor al frío, su comportamiento, normalmente es variable, salvo excepciones como hogaño.
Dice el refranero que marzo y septiembre son cual hermanos: uno dice adiós al invierno y otro al verano; pues, como es bien sabido, el 21 de marzo comienza la primavera y el 23 de septiembre el revuelto otoño, y, normalmente, ambos son ventosos, aunque, como ahora todo está cambiando a pasos agigantados, no se puede confiar en la tradición que dice que, en septiembre, el que no tenga ropa que tiemble.
Septiembre se ha actualizado,  está cambiando de look y de costumbres; por lo tanto, tendremos que irnos acostumbrando a su nuevo estilo de vida y adecuarnos a su modernidad. ¡Qué remedio!
Afortunadamente para el campo, éste año septiembre también ha venido acompañado de importantes lluvias que han sido bien recibidas por la sequedad que afectaba la tierra ya agrietada y sedienta que pedía a gritos agua para poder sobrevivir, ya que, si en septiembre comienza a llover, otoño seguro es; a pesar de que no es menos cierto que, a decir del mismo refranero: septiembre o seca  ríos y fuentes, o se lleva los puentes.
Por eso, lo que decía al principio: para mí, septiembre es un mes variopinto, pintoresco y rocambolesco al mismo tiempo, pero muy alegre. ¡Majete y jacarandoso el muchacho…!

Agradecido por tu compañía, septiembre. Ha sido un placer. Y, muy interesante tu visita.

Otros años, tu llegada he celebrado
dándote la bienvenida;
pero, como éste me he olvidado,
celebraré tu despedida.

Adiós, amigo septiembre,
gracias por tu visita;
y, aunque hay quien no lo comprende,
para mi fue muy bonita.

Te vas llevándote el verano
que ha sido divertido,
también te llevas de la mano
el agobiante calor que nos has traído.

Te  invito a regresar el próximo año
otra vez después de agosto;
y confío en que nos vuelvas a dejar
buena uva y mejor mosto.

Guardaré de tus fiestas y tu presencia
un buen recuerdo septembrino;
pero, no extrañaré tu ausencia
que se fue por donde vino.

Hoy celebro una vez más
que vinieras a visitarnos
mas, con toda sinceridad:
¡Buen viaje , y, a esperarnos…!

Atentamente. Luis

18 septiembre 2014

LA VERDOLAGA

Un viejo proverbio muy conocido por los campesinos de mi niñez, decía que la verdolaga crece como la mala hierba, y es cierto; la verdolaga crece con bastante rapidez y energía aprovechando los nutrientes que le rodean, robándoselos a las plantas adyacentes; de ahí su frondosidad incluso en zonas escasas de agua, pero la verdolaga no es una mala hierba si no todo lo contrario, se trata de una extraordinaria planta medicinal muy valiosa y de aplicación en múltiples casos en los que nos puede resultar de gran utilidad, además, podría ser considerada como de superalimento.

Crece en cualquier parte como es bien sabido, no le pone impedimentos a ningún tipo de tierra; arraiga tanto en la cultivada y abonada tierra del huerto como a la orilla del camino en tierras endurecidas y no siempre bien abonadas y carentes de agua.


 Esta planta (foto derecha), que en mi pueblo (La Zarza de Pumareda) era considerada por los agricultores como maleza que perjudicaba lo sembrado en la huerta o el campo; sin embargo, puede comerse como verdura siempre que esté bien lavada y libre de cualquier tipo de veneno (herbicidas o fumigaciones); su sabor es ligeramente acidulado pero muy sabroso, y, tanto las hojas como las flores que se pueden apreciar en las fotos adyacentes y los tallos son comestibles y puede consumirse: fresca como ensalada, o cocida como espinacas, berzas o acelgas (foto inferior),  es buena para sopas y salsas, o acompañando la carne.

La ignorancia ha hecho que la mayoría de la gente (entre los que me encuentro yo), desgraciadamente, la hayamos considerado como una mala hierba, cuando en realidad es portadora de múltiples propiedades, tanto curativas como nutritivas.

Ésta planta que a lo largo de nuestras vidas, a pesar de su abundancia y proximidad nos ha pasado casi desapercibida, contiene más ácido graso Omega 3 que cualquier otro vegetal, es portadora de una más que considerable cantidad de ácido oxálico, lo cual nos obliga a consumirla con moderación, toda vez que el citado ácido, aunque no resultaría perjudicial para la salud, sí, en el supuesto de consumirse en exceso podría afectar negativamente al riñón; lo que hace aconsejable que se ingiera acompañada de una buena dosis de agua durante la ingesta.

La que nosotros considerábamos que era una mala hierba, contiene siete veces más betacarotenos que la zanahoria;  contiene magnesio, calcio, potasio (más que las espinacas), hierro, fósforo, B1, B2, B3,C, y, su principal virtud, es favorecer el tránsito intestinal.

Es apropiada para combatir el estreñimiento, y la inflamación del sistema urinario, es tónico del hígado y sus enfermedades; su jugo es analgésico, antiparasitario, depurativo, es bueno para la artritis, diarrea, disentería, dientes y encías, diurético, actúa contra el dolor de cabeza, espasmos musculares, hemorroides, hipertensión; contra las picaduras ejerce un efecto calmante si se aplica la verdolaga machacada en forma de cataplasma, atenúa los problemas gástricos, y hepáticos, además de un largo etcétera.

No es aconsejable su consumo durante el embarazo, por lo que en caso de tener la tentación de comerla, es necesaria una consulta previa al médico para evitar males mayores.

Con éste bagaje, la situación económica producida por la crisis y el precio de la verdolaga en el mercado;  ¿Sería conveniente incorporarla a la cesta de la compra para nuestra alimentación mediterránea desde ya?

¿Lo intentamos?


Ya sé que no es fácil asimilar de sopetón que una verdura como ésta que tantos años ha permanecido entre nosotros y la hemos considerado algo innecesario y molesto, ahora la podamos admitir como "la joya de nuestra alimentación", no hay que exagerar; pero, tampoco estaría demás que lo intentáramos y nos aprovechemos de sus propiedades que, dado el precio que se paga por ella en los lugares donde abunda, podría resultar interesante la prueba.

Mientras tanto, podríamos ir saboreando la ensalada
que nos ofrece la fotografía de la derecha, para hacernos una idea de sus virtudes y, si nos gusta pues: ¡Hala...!, a repetir que es barata y por intentarlo no se pierde nada.

04 septiembre 2014

¡HOLA, ZARCEÑOS!


Cuando estuve en el pueblo en las fiestas patronales, no disponía de medios a mi alcance para entrar en la web de La Zarza, y a través de ella poder expresar los sentimientos que me invadían en aquellos momentos tan gratos para  mí y vividos con gran intensidad entre los míos.
Lo que sí hice, fue escribir en un tozo de papel (a modo de poema) una noche antes de acostarme, aquéllo que tenia grabado a fuego dentro de mí, y que quería hacérselo saber a los demás que habían compartido la jornada conmigo; esas maravillosas jornadas festivas que con tanta ilusión se viven en el pueblo, gracias a los organizadores que se merecen un ¡HURRA! con mayúsculas.


Ahora, ya desde la distancia que otra vez nos vuelve a separar, me gustaría que, aquellos a los que no me fue posible transmitiros lo que mi corazón sentía y mi cerebro pensaba al encontrarme de nuevo entre vosotros en la tierra que me vio nacer y crecer; quiero que sepáis el porqué de mi alegría.

No sé si habré acertado en las palabras que denoten el sentir que me invadió; pero, sí es lo que en aquella situación se albergaba en mi fuero interno que me invadió de satisfacción; merced a la acogida que recibí de todos vosotros y nunca olvidaré.

Muchas gracias a todos. 




SOLO HASTA LUEGO

Al despedirme de ti
mi querida tierra zarceña,
sólo llevé junto a mí
recuerdos de mi aldea risueña.

Dejé mis huellas marcadas
cuando salí de tu lado
en aquellas calles embarradas
que, ahora ya han asfaltado.

Mis pies, al andar se hundieron,
en los viejos caminos de carros,
cuando desde ti partieron
alejándose de esos lares charros.

Peregriné por la vida
como cualquier hombre cuerdo
y la esperanza me sanó la herida 
que me dejó tu recuerdo.

Siempre desde de la lejanía
te he conservado dentro de mí,
porque, saber, yo sabía
que algún día estaría junto a ti.

Hoy, el día ha llegado
que tanto estuve esperando
y después del tiempo pasado,
por fin, lo estoy celebrando.

Aquí estoy ahora tierra mía,
aquí estoy a tu lado,
y...¡cuán grande es mi alegría
por habernos reencontrado!

Gracias te doy por saber
esperarme con paciencia,
pues, mucha has debido tener,
además de gran prudencia.

Eres el bello amanecer
y suave como la seda,
por eso quise nacer
en La Zarza de Pumareda.

Tú eres la flor perfumada
que alegra la primavera
como le alegra la llegada
a la madre que a su hijo espera.