02 marzo 2025
02 enero 2018
POR LA LIBERTAD
Brindo por
la vida y, brindo por el amor,
brindo
porque en los desencuentros
siempre
impere la razón.
Brindo por
la alegría,
y también
por el buen humor;
y, brindo
porque en este mundo,
la paz sea
la solución.
Brindo por
la primavera
y el perfume
del jazmín;
y brindo
porque en esta vida,
todo el
mundo sea feliz.
Brindo
porque entre los hombres,
reine el
entendimiento,
y porque el
hambre en el mundo
no produzca
sufrimiento.
Brindo por
la luz del día y el sosiego de la noche;
y, brindo
porque entre los hombres,
la
democracia no sea un reproche.
Brindo
porque la desigualdad,
que tanto
separa a los hombres,
pronto sea
la igualdad
que nos una
y nos apoye.
Hoy, brindo
porque el ser humano,
sea justo y
razonable,
y consiga la
paz dialogando
sin
enfrentamientos en la calle.
Y hoy, también quiero brindar,
porque
solamente la razón,
sustituya al
desentendimiento
y hable sin
pausa el corazón
con profundo
sentimiento;
y que por
fin, entienda de una vez,
que el
diálogo, es el arma más potente
que, se debe
utilizar
para lograr
la igualdad
y la
felicidad de la gente.
Y, brindo
por la libertad
de todos los
seres humanos
para poder
vivir en paz
compartiendo
el mundo como hermanos.
11 septiembre 2017
LUCHA DE TITANES
Aunque no soy partidario de
enzarzarme en temas políticos en esta sección, que no estén relacionados con La
Zarza, voy a hacer una excepción, por tratarse un tema internacional que, puede
afectar a la supervivencia del hombre y cuanto le rodea, dada la situación política
y de seguridad que podría derivarse del comportamiento insensato y poco
ecuánime, de los dos dirigentes máximos de los países que citaré seguidamente,
cuya falta de madurez política, causaría un irreparable daño a la humanidad.
Intentaré tocar solamente de
pasada el tema, a pesar de lo importante que es para la vida en este nuestro
Planeta Azul, que tan amablemente nos acoge a pesar de lo poco que se lo
agradecemos; y, en el que, la seguridad de sus habitantes y el respeto que
todos nos merecemos, queda en entredicho con la actitud de un par de irresponsables
dirigentes, en cuyas manos, por más que nos pese, en estos momentos que nos
toca vivir, está la seguridad de la mayor parte de personas normales que estamos dando un paseo por este
mundo, cargado de irresponsables políticos en todos los rincones del planeta,
dispuestos a hacer su libre albedrío.
El mal sabor de boca, junto al
triste recuerdo dejado por la explosión de las dos bombas nucleares, lanzadas
por los norteamericanos sobre Hiroshima, el lunes, seis de agosto y el jueves nueve
del mismo mes, sobre Nagasaki, ambas del año 1.945, ordenado dicho lanzamiento
por el entonces Presidente, Harry S Truman, hace ahora setenta y dos años,
donde el horror se convirtió en un infierno permanente para los habitantes de
la zona, en la que murieron cientos de miles de inocentes personas, y aún
siguen sufriendo los efectos de las mismas algunos de los que, en aquél
entonces, aún no habían nacido, todos ellos ciudadanos japoneses, que, nada
tenían que ver con los desatinos de sus dirigentes políticos, porque, eran
ajenos a los tejemanejes que se tramaron entre los bastidores de la política
internacional de ambos países, involucrados en la guerra, pero que, pagaron con
sus vidas los errores de esos deshumanizados
irresponsables; debería ser motivo más que suficiente para la reflexión
de nuevos planteamientos, de todos los actuales gobernantes del planeta, a los
que, la experiencia de los errores cometidos por los gobernantes del pasado,
deberían servirle de sólida base en la que se sustente, la reflexión, la
tolerancia, la comprensión y la sensatez, presentes y futuras para hacer un
mundo mejor, en el que, en igualdad de condiciones, podamos convivir en paz,
armonía y libertad todos los humanos.
Sin embargo, la triste realidad
es otra bien distinta, debido a la terquedad, la arrogancia, la insensatez, la
irresponsabilidad, la intolerancia y la ambición de algunos dirigentes, a los
que les abandonó desgraciadamente el sentido común, parecen encarrilarse hacia
una repetición de la más triste realidad que nos ha legado la historia escrita
por el hombre, con la larga estela de las consecuencias derivadas de las
explosiones de las bombas atómicas anteriormente citadas, por la sinrazón y
actitud cerril, de la que están imbuidos algunos de los máximos responsables políticos,
de que la paz en el planeta, no sea la normalidad cotidiana y necesaria para la
convivencia humana y la igualdad que todos nos merecemos.
Las bravuconadas de unos
descerebrados metidos a políticos, llamados dirigentes, que ostentan la máxima
responsabilidad en sus respectivos países, pero que son unos irresponsables
dotados de un corazón podrido y un cerebro tenebroso, acompañado de una mentalidad
infantil e inestable, cuyas correspondientes bodegas militares, están repletas
de sofisticado armamento nuclear (armas de destrucción masiva), para el
beneficio de unos cuantos, hace pensar
que, los augurios , no son nada halagüeños, toda vez que su cabeza cuadrada, no
parece que, a estos dos ¿señores?, les permita girar para variar de posición y
poder ver con nitidez el resto de los planos que tienen en su entorno y que, la
ceguera voluntaria se lo impide, porque parecen entender que pueden interpretar
su obra de teatro en el Club de la Comedia, que, es lo que para ellos es el
Planeta Tierra, en el que ambos, pueden hacer y deshacer a su libre albedrío,
sin que nada ni nadie les imponga limitaciones.
Posiblemente, a lo largo de la
historia conocida y escrita por el hombre (a excepción del problema generado
por la crisis de la presencia de misiles soviéticos en las instalaciones
militares cubanas, en octubre de 1.962, -durante la conocida Guerra Fría-
apuntando hacia Estados Unidos, pero que, el miedo, la responsabilidad,
sensatez y astucia, tanto del Presidente norteamericano, John F Kennedy, como
del entonces máximo dirigente de la Unión Soviética, Nikita Kruschev, sucesor
de Stalin, lograron el entendimiento, sin llegar a las armas, a pesar de la derrota
sufrida por los yanquis en Bahía de Cochinos, a manos del propio Fidel Castro),
no se haya reflejado una situación tan
extrema como la vivida en la actualidad, en la que dos irresponsables
dirigentes, de una sideral desfachatez, han tenido en sus manos, ni tanto poder
ni tanta facilidad para poder apretar el botón nuclear, que, en muy pocos
minutos puede causar tanto daño a la humanidad que no se lo merece, y, sin
embargo, sigue pagando las negativas consecuencias de la primera y segunda
explosiones nucleares, realizadas precisamente, por la primera potencia mundial
que se dice fiel defensora de los Derechos Humanos en el mundo, pero que tiene
instaurada oficialmente la pena de muerte, igual que el otro país en liza, en
el que, el que no está de parte del Gran Líder, va directo al paredón por la
vía rápida, sin más explicaciones.
Como es obvio, me refiero a los dos sonrientes personajes, cuya inquisidora mirada denota su simpatía y la alegría expresada en su rostro, cuya fotografía encabeza estas líneas, y son, el Jefe de Estado, de Corea del Norte, Señor Kim Jong-Un, y el de los Estados
Unidos de América del Norte, Míster Donald Trump, ambos con cuerpo de orangután
y cerebro de mosquito, que trabaja a plazos y sólo cuando se le riza el pelo a
ambos; y que dada su inestable personalidad y el gran poder que tienen en sus
manos, es como para que el mundo se eche a temblar y entren escalofríos solamente de pensarlo.
Esperemos y confiemos en que, la
visión de futuro y la sensatez de los que les rodean y asesoran, sea lo
suficientemente sólida, eficaz y convincente, como para hacerles entrar en
razones y entender que, las peregrinas y rocambolescas ideas que tienen dentro
de sus respectivos cerebros descerebrados (junto a la única hormona que les
queda, deambulando errática en su cavidad craneal), deben desecharlas y dedicar
sus energías y sapiencias, a otros menesteres más útiles y beneficiosos para la
humanidad a la que ambos pertenecen, aunque no lo parezca.
Sin duda, hay rabia y
desesperación en toda persona de bien ante las desgarradoras imágenes de las
explosiones citadas, así como, de la desolación que a su paso va dejando toda
guerra, como para no necesitar embarcarnos de nuevo en una nueva contienda,
cuyas consecuencias son imprevisibles, por muchos cálculos militares que se
realicen previamente; solamente, porque dos iluminados portadores de un horrible
tupé y un peinado estrambótico, cada uno a cual más feo, la emprendan a
bombazos para demostrar su ego y su supremacía. Esas no son ni formas ni
razonamientos. Los desentendimientos, se solucionan mediante la utilización del
sentido común y la palabra, que para eso, el ser humano es el único animal
dotado de ese don.
Personalmente, creo que este, es un buen momento para la reflexión, no solamente de los dirigentes, que, también, sino de todo ser humano de bien que sienta en su fuero interno el agradecimiento y respeto que, todos, absolutamente todos, le debemos al planeta que nos da cobijo y a nuestros semejantes, con los que tenemos el deber de convivir en armonía e igualdad.
Hagamos de la tierra un lugar
digno y habitable entre todos, para la convivencia de todo ser vivo que la
habite, sin necesidad de llenar los cielos de humo tóxico y contaminado de
radiactividad y otros contaminantes que destruyen la vida animal y vegetal en
nuestro planeta azul. Seamos sensatos. Eso, solo está en nuestras manos.
Nuestra extinción natural (cuando
el Sol decida dejar de calentarnos y proporcionarnos vida), no precisa del
desencadenar de guerras nucleares ni de ninguna otra clase; tampoco de la
fabricación de ningún tipo de armas de destrucción masiva, como es la bomba H,
experimentada últimamente por “El Gran Líder” norcoreano y sus secuaces, ambos,
ansiosos de victorias, y capaces de destruir la vida, en el planeta Tierra, por
estar desposeídos de la agudeza y sensatez que el cargo requiere; aunque, en
los dos casos citados, les quede grande y no sean capaces de encontrar su talla,
dada su ineptitud; toda vez que, aunque les cueste entenderlo a los dos, no son más que un par de monigotes dando saltos como un mono (como muestra la fotografía que acompaña estas líneas), y que a título personal no valen un céntimo entre los dos, por mucho dinero que tengan ambos y muy grandes que se sientan.
Cuando llegue el momento en el que el Sol, nos diga adiós, los que tengan que lidiar el morlaco en el ruedo de la realidad, ya habrán aprendido a manejar con soltura, el estoque, la muleta y el capote para lidiar el toro de la situación que, en ese momento se les plantee; pero, mientras tanto, vivamos en paz y armonía protegiéndonos de esos irresponsables enemigos terrícolas que quieren destruir una parte muy importante del planeta para proteger sus interese y exhibir su ego personal, poniéndole fuera de juego a todos aquéllos que no quieren jugar la partida en igualdad de condiciones; si bien, no resultará fácil dadas las circunstancias, pues, en los casos de los dos inmaduros dirigentes (más bien energúmenos) citados, los partidarios de sus políticas, y los fieles seguidores de sus erráticas líneas de actuación, son abundantes, y, no parece que, en principio, vayan a cambiar la estratégica línea que les ha llevado a ambos al lugar donde ahora están; y, probablemente, no deberían estar, pero esa es la realidad con la que tenemos que contar y apechugar, para seguir adelante.
01 septiembre 2017
ADIÓS,
AGOSTO, ADIÓS
Casi finalizado
el verano y transcurrido el mes de agosto,
ya de vuelta a casa la mayoría de personas,
trabajadores o no, veraneantes o turistas, por haberle finalizado sus esperadas y cortas vacaciones, los sufridos ciudadanos tenemos que volver a la rutina diaria en la que nos involucramos durante los restantes once meses del año; y, de nuevo metidos en la más aburrida cotidianeidad laboral, comenzamos a poner la primera pieza-ficha del puzle, para, poco a poco ir cerrando el cuadrilátero hasta colocar la última, precisamente, el primer día de las próximas vacaciones que, dicho sea de paso, ya están ahí, a la vuelta de la esquina, casi, casi a punto de alcanzarlas con la mano optimista del que ve la botella medio llena.
trabajadores o no, veraneantes o turistas, por haberle finalizado sus esperadas y cortas vacaciones, los sufridos ciudadanos tenemos que volver a la rutina diaria en la que nos involucramos durante los restantes once meses del año; y, de nuevo metidos en la más aburrida cotidianeidad laboral, comenzamos a poner la primera pieza-ficha del puzle, para, poco a poco ir cerrando el cuadrilátero hasta colocar la última, precisamente, el primer día de las próximas vacaciones que, dicho sea de paso, ya están ahí, a la vuelta de la esquina, casi, casi a punto de alcanzarlas con la mano optimista del que ve la botella medio llena.
Posiblemente,
eso es lo que le haya ocurrido a la
mayoría de las animosas gentes que, ilusionadas por celebrar las fiestas
zarceñas, salen desde sus correspondientes destinos, algunos de ellos alejados
de los Arribes y ahora, de nuevo en sus respectivos hogares, están imbuidas de
la más aburrida rutina que, tanto nos atormenta y nos resta parte de nuestra
libertad personal.
Por las
crónicas, vídeos, fotografías y demás reportajes que han ido colgando en la
Red, mediante la Web del currante Manolo, los que, como siempre, nos tienen
acostumbrados a la comodidad a distancia, poniéndonos a todos los zarceños al
corriente de los acontecimientos acaecidos en las fiestas de verano celebradas
en el pueblo; desde este lugar lejano y, dadas las circunstancias, un poco
revuelto su ambiente, he podido informarme, una vez más, de cómo la animación
festiva va en aumento en nuestro pueblo y el programa de festejos, también.
Para los que
no hemos tenido la suerte de poder celebrarlo saltando al ruedo, porque no
siempre las circunstancias son propicias, es una bendición que, cronistas tan
sagaces y bien cualificados, nos pongan al corriente del desarrollo de las
fiestas patronales, lo cual, merece todo mi reconocimiento y más sincera
gratitud por la labor que su esfuerzo se merece.
Qué suerte,
poder vivir desde la lejanía las fiestas patronales del pueblo, gracias a la
gentileza y buen hacer de los que, como cada año, dan el callo y están al pie
del cañón, currando sin descanso, para que otros, cómodamente desde la butaca, podamos
disfrutar “gratuitamente” del trabajo realizado con encomiable esmero y
generosidad, por un equipo de cámaras y reporteros gráficos que, con su
esfuerzo, su tiempo y la voluntad de agradar, nos premian con su encomiable
labor. Gracias.
Sin entrar en
polémica ni en interpretaciones partidistas por razón de nacimiento, me atrevo
a afirmar que las fiestas de La Zarza, cada año van mejorando gradualmente, en calidad
y dinamismo, y que, la experiencia que año tras año, van adquiriendo los
organizadores de todo tipo de eventos, se va notando sin gran esfuerzo de la
inteligencia; lo que nos lleva a pensar que, si son el alma máter de las
fiestas veraniegas: ¿Por qué no conceder al su esfuerzo y entrega de todos y
cada uno de ellos, el Título de Organizador Mayor del Reino, ya que la
recompensa económica no procede, toda vez que, el interés que les mueve, no es
precisamente el dinero, sino algo que tiene muchísimo más valor: LA DIGNIDAD.
Y, de esa forma, tendrían un reconocimiento, digamos, “SENTIMENTAL”.
Algo es algo.
¿No…?
¡Ojalá!,
prenda en las nuevas generaciones ese amor al pueblo y a sus gentes, para que
en el futuro podamos seguir siendo un pueblo que merece el reconocimiento de
cuantos lo visitan o se informan a través de las redes sociales, y las personas
cuyo esfuerzo hace que, Las Madrinas, el Teatro, las peñas, las charangas, la
paella, el hornazo, la carrera de Vicente, etc., y demás actividades lúdicas
que ahora son la alegría de cuantos nos visitan, sean en el futuro, el orgullo
de los zarceños que nos sigan en las próximas generaciones, porque ha germinado
la semilla que, los currantes actuales, día tras día, están sembrando con tanto
esmero y estima, aportando cada uno/a su granito de arena, que está haciendo
crecer y llenarse el granero.
Sin ninguna
duda, es una gran suerte para todo zarceño de bien, saber que, si las fiestas
mejoran, y, como consecuencia, enorgullecen a las gentes que llevan en sus
genes ese virus contagioso que les hace sentir el orgullo de ser zarceño, sin
ellos/as no se podría lograr lo que, con su buen hacer se consigue para el
pueblo. Y, en este saco están, desde el más rico al más pobre, del más joven al
más mayor, desde el Alcalde y sus concejales, hasta el último nacido en el
pueblo; y, me atrevo a meter también en el mismo saco, a aquéllas personas que,
no habiendo nacido en La Zarza, están totalmente integrados en su alma y su
historia, llevan en su sangre el virus zarceño, posiblemente transmitido por
algún zarceño-zarceña que lo ha encarrilado por el sendero que el viento de los
Navazos y el Teso de la Silla, premia a cuantos habitan o visitan nuestro
pueblo, y, con su aportación, también colaboran a mantener viva la esencia que
le da vida a la vida de la fiesta zarceña y el amor y apego a nuestro pueblo.
Gracias a
todas esas personas que, con su tesón, fuerza y voluntad, han logrado para La
Zarza, lo que solo los zarceños le pueden dar: El orgullo y reconocimiento de
ser lo mejor de lo mejor. ÚNICOS.
17 julio 2017
VACACIONES AL VOLANTE
Las vacaciones, ese periodo de
descanso anual, tan esperado a lo largo del año, generalmente, van acompañadas
de los correspondientes desplazamientos
en automóvil, recorriendo la geografía hispana, y, con bastante
frecuencia, de largos y, a veces pesados viajes con la correspondiente fatiga que conlleva
tantas horas al volante de nuestro coche; así como el riesgo que supone la
escasez del necesario descanso; y, como consecuencia, la aparición solapada y
silenciosa de la somnolencia o microsueño; esa involuntaria pequeña cabezada de
no más de un par de segundos que da nuestro cerebro, como consecuencia de haber
sido sometido a una fatiga extrema y origen de la última razón del accidente.
En todo momento, el conductor
debe ser consciente de que, estos episodios conducen a la pérdida momentánea de
la consciencia, y que los afectados, normalmente, no se percatan de ello, hasta
que han ocurrido y ya no tiene remedio.
Los síntomas delatores que se dan
con más frecuencia, antes de que esto suceda, suelen aparecer aproximadamente, en
el correr de la media hora más o menos, anterior a la aparición de los mismos y
nos ponen sobre aviso, e inmediatamente, tan pronto nos percatamos de ellos, deberemos dejar
de conducir, si no queremos perder en breve el dominio de la máquina.
Esa sucesión de alertas, nos las
ofrecen: el picor en los ojos, reflejos más lentos, pesadez en los brazos,
incapacidad de mantener la postura cómoda que adaptamos normalmente
conduciendo, parpadeo frecuente; suelen ser la radiografía, más o menos próxima
a la realidad previa a la pérdida del control del vehículo, motivada por la
presencia de la somnolencia antes citada, que aparece solapadamente y cuyas
consecuencias, son imprevisibles, pero, siempre negativas.
Éste, es un episodio que más de
un conductor ha experimentado y, desafortunadamente, no se aprende de él, la
necesaria lección, para proceder con más sensatez en futuras ocasiones, por
confiar en el “yo domino bien la situación”.
Craso error.
El sueño, en invencible y uno de
los mayores enemigos del conductor. Sin embargo, no parece preocupar demasiado
a los conductores, que, como es costumbre en nuestro país, se duerme menos
horas que en los países de nuestro entorno más cercano. Sin preocuparnos mucho
de que conducir, requiere constantemente, toda la atención del conductor y el
mayor descanso posible en todo momento; pues, el coche no se detiene con el
pensamiento; necesita un tiempo y recorrer un espacio antes de su total
detención, espacio éste, en el que el conductor, después de reaccionar, no
puede hacer absolutamente nada, por muy buena voluntad que ponga en el empeño.
La somnolencia (ese estado entre
la vigilia y el sueño), está detrás de múltiples accidentes ocurridos en nuestras
carretas y autopistas; si bien, no es fácil contabilizarlos, dadas las
circunstancias en las que se producen; toda vez que, generalmente, los
conductores afectados no confiesan su apariencia de sueño o falta de descanso,
por temor a ser sancionados. Y, sin embargo, son la consecuencia de muchas de
las salidas de la vía y choques por alcance, que se podrían haber evitado
fácilmente, parando un corto espacio de tiempo en el lugar apropiado para ello,
mientras se da una cabezadita corta, y, problema resuelto; evitando de esa
manera tan sencilla las muertes y lesiones graves y muy graves que se originan
con estos descuidos.
Generalmente, en la mayoría de
los casos de emergencia que se le presentan en la conducción, al percatarse de
ello, el conductor tiene la opción de reaccionar, bien frenando de emergencia, girando el volante para buscar la salida evasiva, etc., pero, en los casos de
somnolencia o presencia más o menos aguda del sueño, no puede hacer nada, ya
que no se entera de lo ocurrido, hasta que no tiene ante sí, el panorama que él
mismo ha originado involuntariamente; y, cuando se da cuenta de lo ocurrido, ya
es tarde y solo le queda asumir las consecuencias cargando con la correspondiente
responsabilidad derivada del hecho, y aprenderse bien la lección recibida de la
experiencia vivida.
La comodidad, confortabilidad,
automatismos y abundantes prestaciones que nos ofrecen los coches actuales, ayudan
y contribuyen en parte a que el conductor, involuntariamente, se relaje al volante de su coche más de lo prudencial, pues, al
encontrase descansando cómodamente en un confortable asiento y un habitáculo
provisto de todas las comodidades posibles, de que disponen los vehículos
nuevos, se relaja, baja la guardia y se confía más de lo que debiera, lo cual,
a medida que va transcurriendo el tiempo sin hacer ningún tipo de ejercicio
físico ni movimiento alguno, va poco a poco entrando en el período de
somnolencia anteriormente citado.
Dice el viejo refrán, que, no por
mucho madrugar amanece más temprano. ¡Qué cierto es!
Podríamos aplicar este aforismo
popular a la conducción, y tener en cuenta que, si bien, conducir de madrugada
es un buen ejercicio de sensatez para evitar los atascos (sin olvidar que el
Sol de madrugada está muy bajo y deslumbra), no lo es menos tener muy presente
que mucho tiempo seguido al volante, es mucho más peligroso que cualquier
atasco, por muy ingrato que este nos pueda resultar, que lo es; por ello, está
prohibido.
Tratar de evitar los atascos en
las horas punta, madrugando un poco más que el resto de los conductores, no
quiere decir que haya que conducir ininterrumpidamente.
El tiempo máximo de conducción,
no debe exceder en ningún caso las dos horas o doscientos kilómetros seguidos,
aunque a uno le parezca que resiste y está pletórico de fuerzas y dispone de la
suficiente energía para seguir conduciendo en condiciones de seguridad y sin
peligro.
El cansancio no se aprecia, pero
está ahí, es invisible y su presencia nos acompaña sin que nos demos cuenta de
ella. Nos guste o no, está ahí, ojo avizor, esperando el momento del ataque.
Seamos prudentes. La prudencia es
la madre de la ciencia.
Para conducir, hace falta mucha
paciencia, tolerancia, comprensión y empatía, de lo contrario, lo mejor es
quedarse en casa.
Quisiera recordar desde estas
líneas, que, el sueño (que, es una actividad a la que los humanos deberíamos
dedicarle una tercera parte de nuestras vidas), es imprescindible para nuestro
organismo, y que, no hacerlo conlleva unas consecuencias que, antes o después
nos pasan factura, muy especialmente, como conductores y de forma especial, en
los viajes largos o muy largos, en los que la mayoría, apuramos un poco más de
lo debido el tiempo al volante de nuestro coche, por el ansia de llegar cuanto
antes.
Téngase en cuenta, que si no
respetamos lo suficiente el descanso mínimo necesario, o descansamos poco,
nuestros reflejos disminuyen, el tiempo de reacción aumenta ante cualquier
imprevisto que se nos presente, porque altera las funciones sensoriales,
motoras y de percepción, ralentizando la toma de decisiones acertadas y
aumentando el número de errores.
A este es el final, nos puede llevar la presencia del sueño y quedarnos dormidos sin enterarnos.
A este es el final, nos puede llevar la presencia del sueño y quedarnos dormidos sin enterarnos.
Evitémoslo, descansando lo
suficiente para estar en forma ante el volante y durmiendo entre siete-nueve
horas al día, si bien, también depende de cada organismo.
Si bajamos de ese umbral, y
restamos una o dos horas por día, tendremos una deuda de sueño que se nos
volverá crónica y nos pasará la correspondiente factura, precisamente, cuando
vayamos tranquilamente al volante, esperando el final del viaje que nos conduce
al destino elegido para disfrutar de nuestras merecidas vacaciones.
Atención, también, las personas que
tomen varios medicamentos.
Deben consultar previamente con su médico si le afecta a la conducción o genera somnolencia o relax al volante.
Deben consultar previamente con su médico si le afecta a la conducción o genera somnolencia o relax al volante.
El riesgo de dormirse es mayor en
esas situaciones y, no hay que correr ningún riesgo innecesario al volante.
No hay que olvidarse de que, lo
mejor de las vacaciones es el regreso a casa sanos y salvos después de
disfrutarlas.
La decisión solamente corresponde
a cada conductor.
Buen verano. Buen viaje. Buenas
vacaciones, mucha suerte y prudencia al volante.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)