Como aficionado que soy a las
plantas (a todo tipo de plantas,) y sabedor de que algunas son beneficiosas
para la salud y otras perjudiciales, los que me habéis seguido en la web
zarceña, sabéis que, en alguna ocasión he tratado sobre algunas de las plantas
que tienen propiedades curativas y alimenticias, y en otras sobre las que
dañan la salud de los humanos.
Entre las que benefician nuestro
organismo tenemos a la verdolaga, de la que en su día comenté sus propiedades
positivas. También hice referencia en otra ocasión a las adelfas; esas plantas ornamentales que tanto abundan en jardines y parques por doquier, y que, además de ser
utilizadas en medicina, como la mayoría de plantas, son venenosas; lo mismo que
el estramonio que me ocupó otra entrada, por tratarse de un fármaco bastante eficiente utilizado en medicina y, sin embargo, sus “volitas”, con las que jugábamos nosotros de chavales en el pueblo, son altamente venenosas y tanto abundaban en nuestros campos y calles en mi inolvidable infancia, si
bien ahora, no lo son tanto.
Hoy intentaré explicarme sobre
una de las drogas que aparentemente son
inofensivas y con tanta frecuencia son usadas en algunos países que,
desgraciadamente, está imponiéndose en España, procedente del continente
americano y se obtiene de algunas de las plantas solanáceas (en las que se
encuentra como metabolismo secundario,) que, por su variado y atractivo colorido pudieran parecer inofensivas a
primer golpe de vista, y con tanta frecuencia y abundancia las podemos ver por
cualquier parte de nuestros campos y caminos:Se trata de "La Burundanga".
La burundanga, que, en la
actualidad cruza el Atlántico para aterrizar
en España, es una vieja conocida en las calles de algunos países del
otro lado del charco: EE. UU, Colombia, Brasil, Venezuela, etc., por citar
algunos ejemplos, y, aunque no viaja en Valija Diplomática, sí, parece tener
inmunidad diplomática, ya que los responsables del trapicheo de la misma parece que sean
invisibles a la Ley, como con frecuencia viene sucediendo con los que controlan todo tipo
de drogas, que, casi siempre y con total
impunidad invaden los mercados en todo el planeta Tierra, causando tantos estragos en la salud del ser
humano, y luego se van de rositas, dejándonos el marrón a los demás.
La burundanga (también llamada
escopolamina,) es una substancia psicotrópico-alucinante, que es perfecta para
anular la voluntad, por lo que, resulta idónea para los agresores y
violadores sin escrúpulos que campan a
sus anchas por todos los continentes, pues al momento de ingerirla, genera un automatismo en
el cerebro de la víctima, que le provoca un estado de sumisión total hacia cualquier orden recibida, con el
consiguiente campo libre para que, agresores sexuales, ladrones, etc. Tengan
vía libre a sus fechorías cuando la víctima está bajo los efectos de esa
droga, al quedar totalmente desprotegida y a merced del agresor, porque tiene
anulada su voluntad.
Escalofriante, ¿verdad?
Este tipo de droga, que durante
siglos la han utilizado los chamanes y brujería en rituales cuando les venía bien
a sus intereses, está pasando en la actualidad a sustituir a las drogas más
sofisticadas que abundan en la ¿clandestinidad? en el mercado del sector, e
intentando en un corto espacio de tiempo ser la protagonista de la más cruda
realidad en nuestro país, si no se ataja a tiempo, aunque, parece un tanto
difícil, pues, desafortunadamente, ya es fácil adquirirla en España, y muy difícil
de controlar su venta, como sucede con el resto de drogas que se venden hasta a
las puertas de los colegios de niños pequeños.
No obstante, la burundanga, no
tiene por qué relacionarse solamente con
la droga y actos delictivos, como puede desprenderse de lo leído anteriormente, dado el mal uso que se hace de la misma por
personas nada responsables, pues, su uso en medicina es normal, abundante y muy
útil, en dosis minúsculas con la correspondiente prescripción facultativa, para
atajar algunas dolencias, utilizada como antiespasmódico, analgésico local en
determinados casos y antiparkinosiano, entre otros.
La ingesta de la burundanga, es de acción rápida por nuestro organismo, casi inmediato su efecto, por lo cual, es una eficaz herramienta que le sirve de gran ayuda a los delincuentes, pues en pocos minutos, la voluntad de la víctima queda anulada por completo, y a partir de ese momento, como si estuviera hipnotizada, estará a merced de su agresor durante unas tres horas, más o menos, pudiendo ejecutar todas sus actividades con absoluta normalidad, para regocijo del maleante o maleantes que le controlan, sabedores de que en el cerebro de su víctima, la burundanga le ha puesto el freno de mano a su libre albedrío, y, solamente obedecerá las órdenes de quien la controla a su voluntad.
En esa situación, la víctima,
aparentemente parece estar normal, no
presenta síntomas de adormecida, drogada, cansada ni frágil; por lo que, las
personas de su alrededor, no perciben la posibilidad de que se halle bajo los
efectos de dicha droga, dada su normalidad. Y, además, ni las propias víctimas,
una vez pasados los efectos de la misma recuerdan haber colaborado en los
hechos acaecidos; toda vez que, esta substancia, no deja ningún rastro de su
presencia en el cerebro que de momento se pueda detectar; lo mismo ocurre en la sangre, que desaparecen en unos 20-30 minutos y, transcurridas 12 horas aproximadamente, sus
huellas también desaparecen de la orina; por lo que, los análisis toxicológicos, frecuentemente tienen pocas posibilidades de
éxito ante la burundanga.
¿Qué métodos emplean los
malhechores para drogar a sus víctimas? Son muchos, muy frecuentes, variados,
sofisticados y sutiles. Por ejemplo:
Puede ocurrirnos al tomar un taxi, si el conductor es el delincuente, que,
agite -sacuda- enérgicamente la bayeta cerca del cliente, y el polvo de la
droga impregnado con antelación en la misma, que, ni tiene color, ni olor ni
sabor, actúa con rapidez al inhalarlo, lo mismo que si se disolviera en el
café, te, manzanilla, etc., o mezclado con algún alimento, tabaco o humo, ya
que, en ambos casos la absorción se produce rápidamente, actuando en el cerebro
y anulando la voluntad de la víctima en breve espacio de tiempo.
Si bien es cierto que la
burundanga en teoría está siendo controlada por los laboratorios que la
producen, no es menos cierto que todas las drogas existentes en el planeta, también teóricamente, deberían estar controladas por las autoridades competentes en la materia, y,
sin embargo, es bien conocido que, desafortunadamente, la realidad es otra.
Siempre me ha parecido lamentable,
que se “tolere” o haga la vista gorda ante los estragos que generan en la salud
todo tipo de drogas, y la impunidad con que se trata a los traficantes, salvo
excepciones, además del gasto que supone para la sociedad las secuelas que
dejan a su paso; pero la llegada a nuestros hogares de la burundanga, me hace
estremecer, ante la posibilidad de que alcance en el mercado las mismas
dimensiones que han logrado las distintas drogas que abundan en nuestro país;
pues sus consecuencias podrían ser terroríficas, ya que se trata de una droga altamente tóxica que, solamente se puede tomar en dosis minúsculas, pues una leve sobredosis, causaría delirio, parálisis, o la muerte.
¿Permitiremos que, esa maldita
droga invada la tranquilidad de nuestra sociedad, solamente para que se
beneficien unos cuantos desalmados sin escrúpulos ni respeto hacia los demás?
¿Sabremos ponerle freno a su
expansión?
En nuestras manos está la
solución.
3 comentarios:
Vaya con la burundanga, Pensé que ibas a escribir sobre alguna tribu o algún ritual africano. Buena información, Un abrazo. Salva
Pero tú, Luis, ¿qué profesión ha sido la tuya? ¿Botánico? ¿Has tenido un herbolario?...
Si es que hay zarceños por esos mundos que saben de TO.
Estaremos atentos para que no nos den gato por liebre o lo que es lo mismo: Burundanga por cualquier otra infusión inofensiva. Y mira que es vistosa la flor atrompedada de la jodía planta. Solo falta que se generalice, como otras drogas, alcohol incluido y tengamos más accidentes de carretera; porque como tú bien sabes, hoy conducen más con efectos de la droga que con el del alcohol. Esperemos y confiemos que esto cambie y vaya a menos. AVISADOS NOS DEJAS.
-Manolo-
¡¡¡Andá¡¡¡ y se la comen los animales de campo, o las mascotas?
(Paco)
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