06 julio 2015

AL VOLANTE

AIRE ACONDICIONADO

El calor en verano agobia, y para protegernos buscamos la sombra o un lugar fresco; pero, para conducir un vehículo automóvil circulando por cualquier vía pública, no resulta posible hacerlo bajo una fresca sombra  -ya nos gustaría-, ni tampoco cuando tengamos que dejar nuestro vehículo estacionado a pleno sol    -porque se nos olvidó la sombrilla en casa-, y al volver nos lo encontramos convertido en un horno al que no hay quien entre.

El año, 2.012, el 25 de julio, colgué en éste blog una entrada relacionada con el tema del calor, titulada, “VERANO”, en el que alertaba de las consecuencias derivadas de una más o menos larga exposición al sol de nuestro coche, ya que, si al cogerlo al regreso enchufamos  el aire acondicionado sin una previa ventilación, podría dañar nuestra salud debido a la acumulación de benceno generada por los efectos del calor en el plástico que puede expulsar el aire acondicionado  e iría a parar directamente al interior del habitáculo al ponerlo en marcha, si no se toman las precauciones que en aquel  tema exponía.

Hoy, quisiera hacer hincapié en el citado aire acondicionado del que en la actualidad están dotados la práctica totalidad de los vehículos automóviles de las últimas hornadas,  destinados tanto al trasporte de personas como de mercancías.

Generalmente, el verano conlleva una mayor utilización del coche; amén de que también los viajes suelen ser más largos y abundantes, debido a que es la estación del año en que, normalmente, las vacaciones se prestan más al uso del automóvil.

La generosidad  y abundancia de calor con que nos obsequia el sol español, hace necesario refrescar el interior de nuestro vehículo cuando lo utilizamos en en ese estación del año, sin necesidad de tener que llevar siempre las ventanas abiertas en su totalidad -bajados del todo los cristales de las ventanillas-, para que nos entre el aire nada fresco exterior y nos refresque el ambiente en el interior, algo que a mucha gente le resulta desagradable, además, de que el consumo de combustible aumenta considerablemente.

En el supuesto de que nuestro vehículo no esté dotado de aire acondicionado y tengamos que llevar puesta la calefacción, es IMPRESCINDIBLE renovar el aire del interior con bastante frecuencia, si no queremos sufrir sus consecuencias. (éste, puede ser un tema aparte)

Con el correr de los años se han sofisticado los sistemas de aire acondicionado, tanto en el interior de los edificios, como en el habitáculo de nuestros automóviles, que es al que vamos a hacer referencia seguidamente.

Todo sistema de aire acondicionado, consiste en un compresor, un circuito a través del cual discurre un gas, otro circuito para el desplazamiento del aire a la temperatura programada -frío o caliente dependiendo de si es invierno o verano y, mediante un sistema de refrigeración conducido, hacer llegar al interior del vehículo el frío o calor adecuado para hacer confortable la estancia dentro del habitáculo.

Como es bien sabido por todo usuario del aire acondicionado, éste, también tiene sus inconvenientes y no se debe abusar de su utilización, toda vez que termina siendo viciado, no solo en el coche, sino en casa, en el trabajo, etc., y puede llegar a causar alteraciones en nuestra salud si el uso es prolongado en el tiempo; por lo que se hace aconsejable en viajes largos -para aquéllos usuarios que no puedan pasar sin él-, interrumpir su uso parcialmente -apagarlo- y renovar el aire del interior antes de volver a conectar el aire acondicionado  y tener siempre muy presente, que éste sistema funciona transformando el aire caliente obtenido del exterior en aire frío, o viceversa.

El sistema de refrigeración del coche se consigue gracias a un gas que circula por un circuito diseñado al efecto del que forman parte una serie de tubos, generalmente, flexibles, que reparten el aire fresco-caliente conduciéndolo a las salidas adecuadas  del habitáculo, con el fin de hacerlo llegar -sin causar molestias- a las proximidades de los pasajeros.

Como quiera que todo tubo flexible es susceptible de favorecer las fugas del gas que se precisa para lograr el frío-calor que requerimos para nuestro coche, es aconsejable revisarlos con cierta periodicidad, para evitarnos sorpresas en el momento más inesperado.

El sistema de aire acondicionado persigue mantener el habitáculo a una temperatura ideal y que el aire se reparta lo más equitativamente posible dentro del vehículo. Sin embargo, a pesar  de filtrarse el aire antes de pasar por el compresor del acondicionador que lo impulsa, pudieran quedar algunas partículas que, de no ser controladas,  causarían molestias, tanto al conductor como al resto de ocupantes y serían dañinas para la salud.  Por ello, todo aire acondicionado está provisto del llamado “Filtro del habitáculo” que, antes de entrar al interior del vehículo filtra el aire, el polen, el polvo y las partículas de combustible que pudieran ser arrastradas por la acción del compresor y así, evitar sus inconvenientes.

¿Requiere algún tipo de mantenimiento el sistema de aire acondicionado?
Sí. Como todo circuito por el que discurre aire, gas o cualquier líquido en el automóvil, requiere un mantenimiento periódico, ya que, si  no lo hacemos, tiene muchas posibilidades de averiarse, y, de suceder esa anomalía, a la larga nos generaría un importante desembolso económico que podemos evitarlo si le prestamos la atención y el mantenimiento debido revisándolo  de cuando  en cuando, porque todo sistema de aire acondicionado se deteriora en función de su uso, por ello, es recomendable revisar su funcionamiento por una persona experta en la materia -abstenerse aficionadillos inexpertos- una vez al año, antes del verano, que es cuando generalmente más se usa.

Normalmente, la revisión consiste en comprobar el estado y flexibilidad de los conductos y demás elementos del sistema, y, en caso de haber habido pérdida, añadir el gas si lo necesita.
Por el bien del coche  y para favorecer la economía del titular; es aconsejable -más bien imprescindible-, cambiar regularmente éste filtro, ya que, influye directamente en la salud.

¡Ojo!  Para los no aficionados al aire acondicionado -que, también los hay-. En caso de llevar las ventanas abiertas, no llevar bajados los cristales de una de las ventanillas de la izquierda y de otra de la derecha del  vehículo, sino las dos del mismo lado; o, las dos del lado izquierdo o las del lado derecho,  y con la misma abertura la ventanilla delantera y la trasera. Es importante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me queda claro. Hay que ventilar el auto para no sufrir los efectos nocivos del aire acondicionado. Un servidor es m'as partidario de abrir las ventanas aunque padezca los efectos del calor. En cuanto al que se utiliza en oficinas y dem'as, suele originar conflictos porque no todos tenemos la misma necesidad y ah'i radica un mal rollo por imponer el criterio. Adem'as, el uso del aire acondicionado aumenta el consumo de combustible, si no estoy mal informado. Un abrazo Salva.

Manuel dijo...

Saludos, Luis.
Interesantes tus consejos, que y a en aquel sobre el benceno, aprendimos mucho. Ahora vuelves, oportuno, y nos recuerdas y amplias.
He practicado tus indicaciones estos días .
-Manolo-