09 abril 2015

EL PILAR


Si en La zarza hay un monumento emblemático al que se le rinde culto sin estar dedicado al culto, ese es el pilar. El pilar, que en la actualidad tiene una escasa utilidad práctica, ha sido la herramienta más útil para todos los ciudadanos en los tiempos pasados, tanto como abrevadero para el ganado del que en su mayoría dependían los campesinos y ganaderos, como para abastecer de agua potable a la población durante muchos años.

Hoy, ya se ha quedado obsoleto. El fin para el que fue concebido no tendría cabida en estos momentos. Sin embargo, ahora se ha convertido en una obra de arte, en un original monumento de piedra como no hay otro igual en las poblaciones del entorno; algo que su autor, consciente de lo que proyectaba, ya presumía que sucedería con el paso del tiempo. No se equivocó.

El pilar (nuestro pilar para los zarceños), afortunadamente, tiene otras utilidades (además de aportar agua a la población), como por ejemplo, ser lugar de encuentro para la celebración de eventos en las fiestas patronales en verano, como lo muestra la algarabía de su entorno en la que se puede apreciar la alegría de los pequeños disfrutando con la espuma en verano celebrándolas con ilusión, además de otros acontecimientos que se celebran al redor del mismo y es bien conocido por todos. 

Se extrañan un poco los árboles plantados  junto al pilar anteriormente a su inauguración y que favorecen el panorama del entorno.

Los más mayores, recordarán que el agua sobrante del abrevadero abastecía a las pozas donde lavaban la mayoría de las mujeres del pueblo y han sido sepultadas por las modificaciones habidas en el pasado. Esas pozas, que junto al pilar eran el centro neurálgico de la población en cuanto a lugar de encuentro, al igual que el pilar, hoy podrían formar parte de un monumento que quedaría para el disfrute de todos los compueblanos y forasteros que quisieran contemplar la obra de arte que constituían el tándem pilar-pozas. Si embargo, se las llevó el plan urbanístico que no tuvo en cuenta la joya que se perdía para el  disfrute de los ciudadanos.



En las fotografías que se adjuntan (anteriormente publicadas por Manolo en la Web), se percibe la solemnidad de la celebración de su inauguración en el año 1.927, en la que fueron protagonistas de la misma, además de la población en pleno y las autoridades municipales, otras a nivel provincial y nacional que, por la relación de las mismas con el autor del proyecto, se dignaron comparecer y honrar con su presencia a los agradecidos y un tanto extrañados zarceños que participaban en el evento.

Acudieron a ese encuentro, además de las personalidades de rigor, otros invitados de postín, entre ellos algunas damas que en aquel entonces eran muy conocidas tanto en las proximidades, como a nivel nacional y que en esa época eran famosos por distintos motivos y dieron personalidad y colorido al acto, tal y como muestra la fotografía inferior, que, aunque en blanco y negro, da una idea de la situación.


Dieron fe del encuentro, las fotografías obtenidas por el fotógrafo salmantino, Venancio Gombau, amigo personal y vecino del promotor de la inauguración (ambos vivían en la Calle del Prior, uno en el número uno y el fotógrafo en el dieciocho,  en la acera de enfrente (lugar que,  bastantes años después, visité varias veces siendo niño, pero que no sé si todavía existe) y que, se desplazó al efecto a nuestro pueblo para dejar constancia de ello a las generaciones futuras.

Vemos en la fotografía de la inauguración, cómo las autoridades municipales aparecen en el lado izquierdo de la fotografía mirando atentamente a las autoridades foráneas que están al lado derecho y a cierta distancia (excepto el clérigo que se halla de pie subido en el abrevadero, que, además de ser   zarceño, fue el promotor de la idea de que hubiese en la Zarza un pilar de esas características), y guardando la distancia como se estilaba en aquellos tiempos. Los unos, encorbatados (excepto los clérigos), y los otros endomingados como mandaban los cánones de entonces. ¡Qué tiempos, y, qué costumbres…! Ahora, sería distinto.

Personalmente considero que la mayoría de los zarceños han sido favorecidos por el servicio prestado por el pilar en tiempos pasados, si bien, también ahora es de utilidad, pero relativa. Sin embargo, lo que sí es bien cierto, es que nos queda un grato recuerdo para la posterioridad de la estampa gratificante de nuestro pilar (como lo muestra la primera fotografía), que, si en vez de estar ubicada en la Zarza, estuviese en Madrid o Barcelona, sería un monumento visitado diariamente por miles de personas, así, como otras edificaciones de piedra sin argamasa que abundan en el pueblo y pasa desapercibida su presencia. ¡Qué le vamos a hacer…! Tendremos que aprender a promocionar el pueblo, a ver si tenemos surte y lo visitan con asiduidad los turistas adinerados.

Bueno, aunque no sea la Zarza tan conocida como Nueva York, sí tiene unos monumentos clásicos de piedra que no los tienen los yanquis; excepto algunas ermitas y otros monumentos que se han llevado de España para nuestra desilusión. ¡Lo que hace el dinero…!


1 comentario:

Manuel dijo...

Los yankis no pudieron con su dinero llevarse, piedra a piedra el castillo de S. Felices de los Gallegos propiedad del padre del cura de Cerezal, que finalmente éste lo donó al pueblo.

Podemos presumir de fuente pública ante los pueblos que nos rodean. Todos tienen sus pilares; algunos muy similares o parecidos; pero el nuestro, aunque semejante o parecido a los demás tiene otro porte, otro estilo, otro tamaño, que sin querer comparar, cuando ves una fuente de otro lugar te viene a la mente la figura de nuestro Pilar y sin pasión de zarceño, en la comparación sale ganando.
Lo de la decoración moderna actual, es otro cantar. Las farolas y la decoración en medio del vaso-depósito-estanque en mi opinión no fueron muy acertadas. Sin nada en medio del estanque hubiera quedado mejor; pero como contra gustos no hay disputas…
Fue bueno dejar de utilizarlo como abrevadero del ganado, evitando las consiguientes boñigas en torno a la fuente. La eliminación de las Pozas otro gran error. En los pocos pueblos que las han conservado… qué maravilla. Siguiendo con las eliminaciones, la del Potro, otro error ¿A qué o quién estorbaba donde estaba? …
-Manolo-