El humor es parte esencial del
ser humano, y, como toda critica, surge del pueblo llano como denuncia a las
injusticias que éste ha sufrido y sufre por parte de los mandamases que, con su
comportamiento corrosivo siempre han tendido
a dominar a las masas constituidas por lo que ellos llaman la plebe, hacia
la que no han sentido el mas mínimo respeto.
Si la vida es corta y nadie
conocemos el final ni lo que hay en el
más allá, y, vivir es lo más difícil del mundo; ¿por qué no hacerlo con
alegría y buen humor mientras tengamos vitalidad?
El humor, a veces, es una risa
descarada y al mismo tiempo desenfadada que expresa con meridiana claridad
nuestra forma de interpretar lo que estamos viviendo, viendo o sintiendo a
través de nuestros sentidos.
El que siempre tiene buen humor
enjuicia las situaciones con cierta comicidad no exenta de un distanciamiento
ingenioso y burlón que a su vez le distingue de los demás que ven la botella medio vacía o casi vacía.
Toda persona que tenga un
concepto positivo del humorismo será una persona feliz; tendrá tantos problemas
como el resto de los humanos, pero siempre sentirá en su fuero interno la
sensación de placer que produce el optimismo y el buen humor.
El humor o humorismo que todos
conocemos, es la forma de presentar la realidad haciendo resaltar el lado
cómico, a veces serio, y en ocasiones ridículo de las cosas más cotidianas que
nos rodean.
Desde la existencia del hombre,
éste, debido al sufrimiento que le ocasiona la relación con sus semejantes y la
lucha por la supervivencia, se ha visto obligado (o quizás necesitado) a
inventar la risa, la carcajada y la ironía para ahuyentar su mal interno y que
a su vez le sirva de catarsis y contra veneno espiritual para su desahogo.
El humorismo se encamina al entretenimiento
mediante el uso de la comicidad y hace que la gente se sienta feliz y ría en
algunas ocasiones hasta desternillarse y notar cierto cansancio debido al
esfuerzo realizado al reír sin freno, dando así rienda suelta a sus
sentimientos más profundos.
El sentido del humor es innato en
cada persona; cada uno lo concibe a su imagen y semejanza y lo desarrolla a su
manera. Cuando nos reímos con ganas, todos nuestros problemas y preocupaciones
que nos agobian en ese momento quedan atrás, desaparecen de nuestro
pensamiento, nos olvidamos de todo al menos por unos instantes de relax que nos
permiten ser felices y nos aportan un estado placentero, que, ¡qué lástima que
no dure toda la vida!. Incluso, cuando un ataque de risa provoca un ataque de
tos agobiante, también es favorable a la salud, porque sirve para aclarar los
pulmones con más eficacia que cualquier máquina de hacer ejercicio que haya en
el mejor de los gimnasios; porque, una vez pasado éste, nos aboca nuevamente a
reírnos hasta de nosotros mismos, aunque las lágrimas nos hayan llegado a los
pies y tengamos los ojos llorosos.
Cuando me refiero al humor,
quiero decir el buen humor, no el humor negro o humor de perros que todo lo ve
muy oscuro como si fuera un túnel sin salida. Soy de los que considera la
botella medio llena porque, precisamente la veo con buen humor, alegría y
complacencia, como desde mi punto de vista se debe mirar y encauzar la vida.
El humor negro es como la flaca,
esa dama escuálida vestida de negro mostrando su blanca dentadura con fría
sonrisa, mientras blande su guadaña haciendo estremecerse de miedo al más
valiente de los humanos.
Tengamos en cuenta que, quien
siembra vientos recoge tempestades y, quien siembra optimismo con su buen
humor, recoge felicidad; y, que yo sepa, no hay nada en la vida más importante
para el ser humano que ser feliz y, eso lo tiene a su alcance.
Sin ninguna duda, el humor, el
buen humor, es la mejor medicina curativa para alargar la vida y vivirla con
alegría y optimismo; es el elixir más barato que proporciona los mejores, más
eficaces y rápidos resultados positivos para quien los toma; es algo así como
el término medio entre la felicidad y la sinceridad, si bien, el humor es algo
muy serio que hay que tomárselo con filosofía y optimismo como el amor, que
ambos hay que practicarlos constantemente para solucionar todos los problemas y
superar cuantas crisis se nos presenten; además, en el amor como en el humor no
hay que ser tacaño, se debe ser condescendiente y abundar en su práctica para
lograr los mayores beneficios que ambos proporcionan.
¿Encontraremos algo que esté tan
al alcance de nuestra mano y sea tan eficaz y económico al mismo tiempo, como
lo es el humor y a su vez nos proporcione más ventajas que el buen humor? Si la
respuesta es afirmativa, lo mejor será que practiquemos abundantemente el buen
humor y el buen amor, que ninguno de los dos se desgatan por mucho que se usen,
y sus beneficios son inmensos, sobre todo en época de crisis como la que
estamos pasando. Pocas cosas tan agradables se encuentran a un precio tan
asequible y que, además de divertido nos lleve al éxito en la vida.
Con el humor las cosas resultan
siempre más fáciles porque nos ayuda a hacer más livianos y llevaderos los
momentos más difíciles de la vida en las situaciones menos favorables.
El humor no es solamente
divertido nada más que porque sí; al humor lo tenemos que hacer nosotros
divertido con nuestros comportamientos si lo sabemos tomar con buen humor,
porque nos puede subir la moral cuando más lo necesitemos a lo largo de nuestra
existencia en éste maravilloso planeta azul que nos cobija.
Es vieja y acertada la creencia
de que la risa es una potente herramienta curativa. Nada como una buena
carcajada en el momento de moral más baja; para recuperarnos inmediatamente de
nuestra penuria producida por las tensiones que nos genera el quehacer
cotidiano. Reírse sin límites, es rejuvenecer sin límites nuestro espíritu y
disfrutar más y mejor de la vida.
¿Hay algo más maravilloso que el
tándem humor-amor, ambos en complicidad irónica y desenfadada, que nos lleve a
un estado de ánimo más optimista y además, sea gratuito?
¿Alguien me puede responder a
ésta pregunta?
3 comentarios:
Sí, ese "distanciamiento ingenioso y burlón" del que hablas es el que ayuda a tomar cierta perspectiva, a desdramatizar y a que las penas sean menos penas.
Agradezcamos a los cómicos que se dediquen a hacernos reír.
C.E.H.
Mi respuesta a la pregunta es que el amor se bastaría a él solo para aportar felicidad, pero si además se prodiga con humor, entonces ya no hay pena que se le resista. Observo de un tiempo a esta parte que los españoles son más tristes, fuera de la tasca sobre todo. Incluso en el conjunto de la sociedad, es decir, también aquellos que tienen un empleo y un salario fijo. Esta sociedad ha cambiado mucho desde hace veinte años o algo más. Pienso que una de las causas es el sólo vivir en y por lo material, aderezado con ese pecado capital tan español como es la envidia:” Me compro un coche mejor que el del vecino para que le dé envidia; pongo los visillos y lámparas más espectaculares en el salón para que los vean las vecinas, y así hasta la saciedad. Observo también que ya no hay espacios dedicados al humor en la televisión y la radio, salvo alguno por ahí esporádico. Ya no hay espacio para los cómicos o humoristas de solera como hace muchos años se hacía con Arévalo, Eugenio, Gila y otros fenómenos del humor, sobre todo en espacios en “ prime time” como dicen los cursis que lanzan este término en los ondas sin importarles un bledo en que la inmensa mayoría de la gente ignora el significado, pero ellos quedan bien, eso piensan, y para mi demuestran muy poquito respeto tanto a la lengua española como a los escuchantes, máxime cuando no añaden “espacio de máxima audiencia”. ¿Dónde están los nuevos humoristas? ,¿ por qué no disfrutan de los espacios(radio televisión) como antaño?, ¿han sido sustituidos por la tele basura? Esas son mis preguntas. Un abrazo.
Félix.
Amor y humor, humor y amor, tanto monta, monta tanto ¿O monta más lo uno que lo otro?... (?)…
De acuerdo con nuestro observador sociológico Félix en que nuestra España ya no es la que era en cuanto humor se refiere. ¿Por qué? ¿Cuál es la causa o causas?, Pues muchas de las que apuntas. Yo añadiría que la política, la mala política, es muy culpable ya que ha invadido todos los campos, hasta el del humor. La gente está falta de humor. Necesita sonreír, reír. Para muestra el éxito de la reciente película “Ocho apellidos vascos” que ha arrasado y sigue arrasando, llenando las salas y no porque sea una obra maestra, al contrario; solo porque hace reír, nos hace reír de continuo los minutos que dura. Señal inequívoca de lo carente que está nuestra sociedad de buen ambiente, distinto al que tenemos. ¡Cómicos al poder!
Nuestra página, desde su inicio, viene advirtiendo en su entrada que se trata de una página personal hecha con “amor y humor” aconsejando contemplarla con un poquito de lo segundo. Y es verdad que en los primeros años el humor abundaba más. ¿Será que también yo he sido una víctima más de esa falta de humor? Solo dos muestras:
Avance programa San Lorenzo 2003: www.zarzadepumareda.es/progr02.htm
Llegada del euro: www.zarzadepumareda.es/euro.htm
Copia y pega. Mejor, te remito a mi blog (La ZarzaOnline) donde dejaré una entrada con enlaces a videos de humoristas y artistas. Para pasar algún que otro rato de evasión.
Para ti, Félix . Hace un tiempo envié un mensaje a tu correo del que no he recibido respuesta. Sé que estás muy atareado con varios temas. Ya me dirás si lo recibiste.
-Manolo-
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