Sin duda, todas las guerras son espantosas y lo han sido a
lo largo de la historia conocida por el hombre, pero las guerras civiles son
horribles, repugnantes, injustificables e inhumanas y, en ningún caso han
servido para nada positivo; sólo para que cuando terminan, no se logre la paz;
pues esta, no llega nunca porque siempre hay una victoria de los unos sobre los
otros, aflorando por ese motivo, los rencores, las venganzas y las más ruines
miserias de los ganadores que se convierten con su victoria en todopoderosos
oportunistas generalmente cargados de odio hacia los que consideran, además de
humillados, enemigos derrotados y despreciados en vez de ciudadanos con
distinto parecer y criterio pero con los mismos derechos y obligaciones que los
victoriosos; algo que les resulta costoso digerir.
Cierto, que en toda contienda
conocida, los enfrentados no van a tomar café a las trincheras en plan
tertuliano ni a jugar una amistosa partida a las cartas o el dominó; pero lo
ocurrido en nuestro país en el 36, fue una ignominia sin ningún género de
dudas. Un cruento golpe de Estado que traicionó la República que, con todos sus
defectos, fue elegida democráticamente por el pueblo -si bien, como todo
Estado que estrena un nuevo sistema, necesitaba un tiempo de adaptación al
mismo, ya que las circunstancias cambiaron y se precisaba cierto rodaje para
ponerse al día-; arrasó con todo lo conseguido hasta entonces por los derechos
que le otorgaba la misma; independientemente de los errores que hubiera
cometido en su andadura como le ocurre a todas las democracias al inicio de su
puesta en marcha que, sus dirigentes deambulan hasta encontrar la salida. Y
si algún dirigente comete algún delito, para eso están los correspondientes
tribunales; para aplicarle la Justicia con justicia y poner a cada uno en su
sitio cuando infringe las leyes establecidas por un Parlamento democrático: el
hotel rejas. (la cárcel) que es el lugar que le corresponde a los
delincuentes. Sean del partido político que sean y tengan el cargo que tengan;
pues no pasan de ser unos indeseables en los que el pueblo no puede depositar
ninguna confianza.
Mayor desbarajuste que ha habido
en Italia después de la Segunda Guerra Mundial con tanto cambio de Gobierno y
gobernantes; con gobiernos que duran una primavera escasa, (excepto el de
Berlusconi) y, sin embargo, no han traicionado ni a la República ni a la
democracia con todos sus defectos. El viejo dicho que hablando se entiende la
gente, a los golpistas del 36 le debió resultar incomprensible y no lo pudieron
descifrar.
La estela dejada por esta
traición, nos impidió durante muchos años, ( aún estamos pagando un elevado precio) estar al lado y a la misma altura
que el resto de países de la Europa democrática que, generalmente nos han ignorado, cuando no
considerado como los pobres del sur y otras cosas más, que, tampoco es
necesario recordar detalladamente.
Por otra parte, los derechos que
establecía la Constitución del 31, fueron el orgullo de los que creían en la
igualdad, la libertad y la democracia que en ella se establecía como norma de
convivencia entre los españoles; pero no contaban con que grandes intereses
ocultos pero con gran vitalidad que se veían con algunos de sus privilegios
recortados, no pudieron resistir la tentación de demostrar con el poder de las
armas (que, por cierto, no eran suyas sino del pueblo) quien mandaba en su España y a
qué precio, pisoteándolos y liquidando sin piedad al que se interpusiera en su
camino para conseguir su fin; que, como toda dictadura, es favorecer a unos
cuantos en detrimento de la mayoría. Algo que ha sido común a lo largo de la
historia conocida en todas las dictaduras que han sido y siguen siendo
demasiadas.
Las consecuencias de semejante
barbaridad las hemos pagado, y las seguimos pagando, los de siempre, sobre todo, los que
nacimos al finalizar la contienda; aquellos que no pudimos disfrutar desde la infancia de los
beneficios que hubiese producido la democracia sin corona, cuando esta hubiese
encontrado el equilibrio que necesita todo cambio de esa envergadura; como
ocurrió en otros países que acertaron con su república y su democracia, no sin
muchos y grandes sacrificios por parte de sus ciudadanos que al paso del tiempo
se han visto recompensados.
¿A quién favoreció la Guerra
Civil Española?
Al finalizar la contienda, se
debió establecer una generosa amnistía por parte de los vencedores, toda vez
que la guerra fue entre hermanos; independientemente de la ideología de los que
ganaron o perdieron, sobre todo si tenemos en cuenta que a contendientes de
ambas partes le cogió la guerra en una determinada zona en la que no les quedó
otra alternativa que combatir allí, tanto si estaban como si no estaban de
acuerdo, pues en ambos bandos se cometieron muchos y graves errores; pero, el
mayor error de todos fue el levantamiento contra la Constitución democrática.
Todo lo demás, con el paso del tiempo hubiese encontrado la salida y una adecuada
solución sin pagar un precio tan elevado como hemos tenido que pagar los
españoles por el mayor error de nuestra historia conocida, que fue la
fratricida Guerra Civil del 36-39, que dio paso a la dictadura en la que todos
los españoles, todos sin excepción, perdimos algo que no tiene recuperación;
porque, la dictadura es la forma de gobierno en la cual el poder generalmente,
se concentra entorno a un solo individuo o junta militar que, con un Gobierno
de ipso, excluye la división de poderes, ejercita arbitrariamente el mando y
favorece a la minoría que la apoya, institucionalizando un procedimiento que le
impide a la oposición llegar al poder que, siempre es controlado por el
dictador y sus secuaces que manejan las riendas del mismo.
Las dictaduras, excepto la
romana, que tenía carácter temporal, porque era un Gobierno extraordinario que
le confería autoridad suprema a una persona, (el dictador) en los momentos más
difíciles y complicados, especialmente en casos de guerra, han sido impuestas
generalmente mediante la fuerza, doblegando la voluntad de los ciudadanos y han
tenido carácter autoritario y/o totalitario, en ambos casos, se sustentan
gracias al poderío del aparato militar que las aupó, o paramilitar que algunas
implantan una vez que ocupa la poltrona el líder en torno al cual se ramifica
el poder.
Desde su existencia, al hombre
siempre le han acompañado las luchas tribales, sectoriales, territoriales y
multinacionales; en todas ellas se han pisoteado los derechos humanos, se ha
masacrado inmisericorde al contrario, al que siempre se le ha considerado
enemigo. Se han impuesto crueles dictaduras encabezadas generalmente por unos
tiranos sin piedad, todos ellos cargados de enormes complejos de inferioridad
que, se envalentonaban desde la poltrona y disfrutaban con sus desmanes; y,
¿para qué han servido las dictaduras a lo largo de la historia de los tiempos?
¿Qué le han aportado a la igualdad, la justicia, la cultura, la libertad y la
democracia.? ¿Cuántos estragos han causado y cuantas injusticias se han
cometido, sin contar torturas y vejaciones. ¿Cómo se puede estar de acuerdo con
ese tipo de sistema de Gobierno de un pueblo sin que sus ciudadanos pierdan la
dignidad? ¿Qué intereses mueven los hilos de los golpistas? ¿La igualdad de sus
ciudadanos? ¿La ternura paternalista del tirano que la encabeza? ¿Quién se traga semejante patraña?
Soy consciente de que este tema
levanta ampollas en ciertos sectores de nuestra sociedad, algunos de ellos, no
muy acostumbrados a dialogar por ser partidarios del monólogo; pero a estas alturas de la historia, y teniendo
en cuenta que el ser humano debe buscar una
mayor igualdad entre iguales, parece razonable una visión más estilizada
de la política para encarar una perspectiva más real y buscar una fórmula que
permita alcanzar esa realidad a la que todos aspiramos: igualdad, paz, justicia
y libertad. Para ello, aunque esto ahora suene a cuento chino, los pueblos
deberán gobernarse a sí mismos con un sistema de representatividad totalmente
democrático; o sea, todos los representantes públicos deberán ser elegidos en
las urnas, todos sin excepción; lo cuál, supone que las dictaduras, vetustas y
anacrónicas heredadas monarquías, imperios, etc., cuyos dirigentes no son
elegidos mediante el voto secreto y directo deberán desaparecer por la vía
voluntaria, para evitar que levantamientos del pueblo harto de tanta
desigualdad y humillación, terminen haciendo con sus dirigentes lo mismo que en
Irak o Libia, por poner un par de recientes ejemplos, pues, tanto a Sadan
Hussein como a Muamar el Gadafi, la despedida que tuvieron, no fue la que se
imaginaban, pero que cuando se presiona tanto, hasta las hormigas se revelan.
Luis
4 comentarios:
Completamente de acuerdo contigo. En las guerras los vencedores se venden a posteriori como guerreros inmaculados y tildan con los adjetivos más descarnados al bando contrario, que no enemigo, pues si dejaran hablar a los soldados seguro que se acababan las guerras.
Ya dices bien de las dictaduras y sus líderes chabacanos. Yo tengo un vecino que se ha tenido que venir de Venezuela porque allí no se podía, puede, vivir.
Aquí llega la información mutilada y desconocemos las artimañas de Chávez.
A veces me da la impresión, que estos dirigentes se creen únicos en su sabiduria, casi enviado por la divinidad y, como los que están a su alrededor le bailan el agua y a quién se atreve a cuestionar su proceder le apartan, ya sea por lo civil o por lo criminal,pues viven endiosados en su gran mentira.
Entiendo que cualquier imposición, sea del tipo que sea es eso: una imposición que destierra cualquier atisbo de libertad en el ser humano.
Y si algo nos difenecia como especie, es esa capacidad de analizar y decidir. Saludos. Salva.
Saludos
-Manolo-
Como siempre que tratas estos temas socio-políticos da para mucho.Las dictaduras no deberían existir,pero existen porque forma parte de la lucha cruenta para seguir avanzando,aunque sea dos pasos adelante y uno hacia atrás.Las guerras han existido y existirán,los gobiernos despóticos también y todo se repite desde los tiempos más remotos,y en el fondo con dictaduras o sin ellas siempre hay opresores y oprimidos.Lo que se trata es de desbaratar eso.Y ¿como se hace si nadie ha dado con la clave?El caso de nuestra guerra civil da para mucho, y ya se encargan los que se alternan el poder, que siga habiendo dos bandos.La segunda República estaba avocada al fracaso en el contexto en que se desarrolló(comunistas y sobre todo anarquistas andaban al acecho para sacar tajada,sin contar la deriva que tomaba con el llamado Lenín español que creo era socialista o algo así,Largo Caballero)Y entre tanto tira y afloja de un lado y de otro(la revuelta de Asturias en el treinta y cuatro),los falangistas tensando la cuerda por otro lado,hizo que Franco agazapado esperarara el momento;se la jugó y le salió bien,para él,claro.Es una historia muy compleja,o sea que entre todos la mataron y ella sola se murió,igual que ahora con nuestra "crisis".Franco fue muy hábil y supo imponerse.Los ingleses iban a lo suyo y no ayudaron a derrocarlo porque tenían jugosos negocios aquí con las minas.Total que cada cual iba a lo suyo y unos y otros reconocieron a Franco por intereses economicos,por intereses creados.Lo mismo que con el dictador Husseim en Iraq,los franceses tenían muchos negocios y no fueron a la guerra,lo mismo que los rusos y los chinos,ellos mantenían la dictadura.Lo mismo que ocurre en África.Entonces ¿de quien es la culpa,de los dictadores o de los países democráticos que los mantienen en el poder?Además hay muchas clases de dictadura;la de los medios de comunicación en países democráticos como por ejemplo en España.Gobierno y oposición se reparten todo el bacalao y los medios afines chupan del uno y del otro,el pueblo no cuenta para nada,solo para conceder el voto para que los políticos tengan las manos ¿limpias? para hacer y deshacer a su antojo y conveniencia.Todo es una farsa.No olvidemos que el gobierno,cualquiera que sea, le quita el dinero a quien menos tiene para dárselo a quien más tiene.Si eso no es una dictadura que baje Dios y lo vea.Saludos.Félix.
Salva.
Celebro que coincidamos en opinión respecto a las guerras y dictaduras, ambas una auténtica lacra para la humanidad a lo largo de los tiempos, precisamente por falta de sensiblidady madurez de los humanos que tenemos de cara al futuro la visión de un topo, pero cargados hasta los topes de complejos e intereses que nos ciegan la razón y nos hacen unos insaciables egoistas irredentos. Como bien dice Félix, siempre ha habido y habrá guerras y dictaduras, porque la condición humana es como es y posiblemente no tenga solución; no obstante, aunque sea predicar en desierto, de cuando en cuando, conviene recordarnos lo que somos y lo que
hacemos; además del porqué lo hacemos.
Por mi parte, te agradezco la madurez de tu opinión y lo acertado de tu respuesta y capacidad de análisis que demuestras, lo cual, anima a seguir en el empeño.
Félix.
Sienpre es grato leer tus concienzudos razonamientos y agudas y sensatas reflexiones sobre temas de una considerable envergadura como pueden ser las guerras y dictaduras que es lo que aquí y ahora nos ocupa.
Tú les das vida con con tu análisis y siempre acertada opinión.
Dice el refranero que, de casta le viene al galgo. ¡Qué vitamina especial llevaría la simiente de tu abuelo "el tío Angelito" para que sus descendientes hayan salido unos linces...!
Qué cierto es eso de que la auténtica esencia siempre se guarda en frascos pequeños... ¡¡¡Anda que, si el hombre llega a ser más grande...!!!
Para cualquier persona que escriba algo en la web zarceña, es muy grato recibir comentarios como los vuestros que, además de acertados, siempre son congratulantes y estimulantes. Muchas gracias a los dos. Un abrazo. Luis
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