02 julio 2012

DICTADURAS


Sin duda, todas las guerras son espantosas y lo han sido a lo largo de la historia conocida por el hombre, pero las guerras civiles son horribles, repugnantes, injustificables e inhumanas y, en ningún caso han servido para nada positivo; sólo para que cuando terminan, no se logre la paz; pues esta, no llega nunca porque siempre hay una victoria de los unos sobre los otros, aflorando por ese motivo, los rencores, las venganzas y las más ruines miserias de los ganadores que se convierten con su victoria en todopoderosos oportunistas generalmente cargados de odio hacia los que consideran, además de humillados, enemigos derrotados y despreciados en vez de ciudadanos con distinto parecer y criterio pero con los mismos derechos y obligaciones que los victoriosos; algo que les resulta costoso digerir.
Cierto, que en toda contienda conocida, los enfrentados no van a tomar café a las trincheras en plan tertuliano ni a jugar una amistosa partida a las cartas o el dominó; pero lo ocurrido en nuestro país en el 36, fue una ignominia sin ningún género de dudas. Un cruento golpe de Estado que traicionó la República que, con todos sus defectos, fue elegida democráticamente por el pueblo -si bien, como todo Estado que estrena un nuevo sistema, necesitaba un tiempo de adaptación al mismo, ya que las circunstancias cambiaron y se precisaba cierto rodaje para ponerse al día-; arrasó con todo lo conseguido hasta entonces por los derechos que le otorgaba la misma; independientemente de los errores que hubiera cometido en su andadura como le ocurre a todas las democracias al inicio de su puesta en marcha que, sus dirigentes deambulan hasta encontrar la salida. Y si algún dirigente comete algún delito, para eso están los correspondientes tribunales; para aplicarle la Justicia con justicia y poner a cada uno en su sitio cuando infringe las leyes establecidas por un Parlamento democrático: el hotel rejas. (la cárcel) que es el lugar que le corresponde a los delincuentes. Sean del partido político que sean y tengan el cargo que tengan; pues no pasan de ser unos indeseables en los que el pueblo no puede depositar ninguna confianza.
Mayor desbarajuste que ha habido en Italia después de la Segunda Guerra Mundial con tanto cambio de Gobierno y gobernantes; con gobiernos que duran una primavera escasa, (excepto el de Berlusconi) y, sin embargo, no han traicionado ni a la República ni a la democracia con todos sus defectos. El viejo dicho que hablando se entiende la gente, a los golpistas del 36 le debió resultar incomprensible y no lo pudieron descifrar.
La estela dejada por esta traición, nos impidió durante muchos años, ( aún estamos pagando un elevado precio) estar al lado y a la misma altura que el resto de países de la Europa democrática que, generalmente nos han ignorado, cuando no considerado como los pobres del sur y otras cosas más, que, tampoco es necesario recordar detalladamente.
Por otra parte, los derechos que establecía la Constitución del 31, fueron el orgullo de los que creían en la igualdad, la libertad y la democracia que en ella se establecía como norma de convivencia entre los españoles; pero no contaban con que grandes intereses ocultos pero con gran vitalidad que se veían con algunos de sus privilegios recortados, no pudieron resistir la tentación de demostrar con el poder de las armas (que, por cierto, no eran suyas sino del pueblo) quien mandaba en su España y a qué precio, pisoteándolos y liquidando sin piedad al que se interpusiera en su camino para conseguir su fin; que, como toda dictadura, es favorecer a unos cuantos en detrimento de la mayoría. Algo que ha sido común a lo largo de la historia conocida en todas las dictaduras que han sido y siguen siendo demasiadas.
Las consecuencias de semejante barbaridad las hemos pagado, y las seguimos pagando, los de siempre, sobre todo, los que nacimos al finalizar la contienda; aquellos que no pudimos disfrutar desde la infancia de los beneficios que hubiese producido la democracia sin corona, cuando esta hubiese encontrado el equilibrio que necesita todo cambio de esa envergadura; como ocurrió en otros países que acertaron con su república y su democracia, no sin muchos y grandes sacrificios por parte de sus ciudadanos que al paso del tiempo se han visto recompensados.
¿A quién favoreció la Guerra Civil Española?
Al finalizar la contienda, se debió establecer una generosa amnistía por parte de los vencedores, toda vez que la guerra fue entre hermanos; independientemente de la ideología de los que ganaron o perdieron, sobre todo si tenemos en cuenta que a contendientes de ambas partes le cogió la guerra en una determinada zona en la que no les quedó otra alternativa que combatir allí, tanto si estaban como si no estaban de acuerdo, pues en ambos bandos se cometieron muchos y graves errores; pero, el mayor error de todos fue el levantamiento contra la Constitución democrática. Todo lo demás, con el paso del tiempo hubiese encontrado la salida y una adecuada solución sin pagar un precio tan elevado como hemos tenido que pagar los españoles por el mayor error de nuestra historia conocida, que fue la fratricida Guerra Civil del 36-39, que dio paso a la dictadura en la que todos los españoles, todos sin excepción, perdimos algo que no tiene recuperación; porque, la dictadura es la forma de gobierno en la cual el poder generalmente, se concentra entorno a un solo individuo o junta militar que, con un Gobierno de ipso, excluye la división de poderes, ejercita arbitrariamente el mando y favorece a la minoría que la apoya, institucionalizando un procedimiento que le impide a la oposición llegar al poder que, siempre es controlado por el dictador y sus secuaces que manejan las riendas del mismo.
Las dictaduras, excepto la romana, que tenía carácter temporal, porque era un Gobierno extraordinario que le confería autoridad suprema a una persona, (el dictador) en los momentos más difíciles y complicados, especialmente en casos de guerra, han sido impuestas generalmente mediante la fuerza, doblegando la voluntad de los ciudadanos y han tenido carácter autoritario y/o totalitario, en ambos casos, se sustentan gracias al poderío del aparato militar que las aupó, o paramilitar que algunas implantan una vez que ocupa la poltrona el líder en torno al cual se ramifica el poder.

Desde su existencia, al hombre siempre le han acompañado las luchas tribales, sectoriales, territoriales y multinacionales; en todas ellas se han pisoteado los derechos humanos, se ha masacrado inmisericorde al contrario, al que siempre se le ha considerado enemigo. Se han impuesto crueles dictaduras encabezadas generalmente por unos tiranos sin piedad, todos ellos cargados de enormes complejos de inferioridad que, se envalentonaban desde la poltrona y disfrutaban con sus desmanes; y, ¿para qué han servido las dictaduras a lo largo de la historia de los tiempos? ¿Qué le han aportado a la igualdad, la justicia, la cultura, la libertad y la democracia.? ¿Cuántos estragos han causado y cuantas injusticias se han cometido, sin contar torturas y vejaciones. ¿Cómo se puede estar de acuerdo con ese tipo de sistema de Gobierno de un pueblo sin que sus ciudadanos pierdan la dignidad? ¿Qué intereses mueven los hilos de los golpistas? ¿La igualdad de sus ciudadanos? ¿La ternura paternalista del tirano que la encabeza?  ¿Quién se traga semejante patraña?
Soy consciente de que este tema levanta ampollas en ciertos sectores de nuestra sociedad, algunos de ellos, no muy acostumbrados a dialogar por ser partidarios del monólogo; pero  a estas alturas de la historia, y teniendo en cuenta que el ser humano debe buscar una  mayor igualdad entre iguales, parece razonable una visión más estilizada de la política para encarar una perspectiva más real y buscar una fórmula que permita alcanzar esa realidad a la que todos aspiramos: igualdad, paz, justicia y libertad. Para ello, aunque esto ahora suene a cuento chino, los pueblos deberán gobernarse a sí mismos con un sistema de representatividad totalmente democrático; o sea, todos los representantes públicos deberán ser elegidos en las urnas, todos sin excepción; lo cuál, supone que las dictaduras, vetustas y anacrónicas heredadas monarquías, imperios, etc., cuyos dirigentes no son elegidos mediante el voto secreto y directo deberán desaparecer por la vía voluntaria, para evitar que levantamientos del pueblo harto de tanta desigualdad y humillación, terminen haciendo con sus dirigentes lo mismo que en Irak o Libia, por poner un par de recientes ejemplos, pues, tanto a Sadan Hussein como a Muamar el Gadafi, la despedida que tuvieron, no fue la que se imaginaban, pero que cuando se presiona tanto, hasta las hormigas se revelan.
Luis

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo contigo. En las guerras los vencedores se venden a posteriori como guerreros inmaculados y tildan con los adjetivos más descarnados al bando contrario, que no enemigo, pues si dejaran hablar a los soldados seguro que se acababan las guerras.
Ya dices bien de las dictaduras y sus líderes chabacanos. Yo tengo un vecino que se ha tenido que venir de Venezuela porque allí no se podía, puede, vivir.
Aquí llega la información mutilada y desconocemos las artimañas de Chávez.
A veces me da la impresión, que estos dirigentes se creen únicos en su sabiduria, casi enviado por la divinidad y, como los que están a su alrededor le bailan el agua y a quién se atreve a cuestionar su proceder le apartan, ya sea por lo civil o por lo criminal,pues viven endiosados en su gran mentira.
Entiendo que cualquier imposición, sea del tipo que sea es eso: una imposición que destierra cualquier atisbo de libertad en el ser humano.
Y si algo nos difenecia como especie, es esa capacidad de analizar y decidir. Saludos. Salva.

Anónimo dijo...

Saludos
-Manolo-

Anónimo dijo...

Como siempre que tratas estos temas socio-políticos da para mucho.Las dictaduras no deberían existir,pero existen porque forma parte de la lucha cruenta para seguir avanzando,aunque sea dos pasos adelante y uno hacia atrás.Las guerras han existido y existirán,los gobiernos despóticos también y todo se repite desde los tiempos más remotos,y en el fondo con dictaduras o sin ellas siempre hay opresores y oprimidos.Lo que se trata es de desbaratar eso.Y ¿como se hace si nadie ha dado con la clave?El caso de nuestra guerra civil da para mucho, y ya se encargan los que se alternan el poder, que siga habiendo dos bandos.La segunda República estaba avocada al fracaso en el contexto en que se desarrolló(comunistas y sobre todo anarquistas andaban al acecho para sacar tajada,sin contar la deriva que tomaba con el llamado Lenín español que creo era socialista o algo así,Largo Caballero)Y entre tanto tira y afloja de un lado y de otro(la revuelta de Asturias en el treinta y cuatro),los falangistas tensando la cuerda por otro lado,hizo que Franco agazapado esperarara el momento;se la jugó y le salió bien,para él,claro.Es una historia muy compleja,o sea que entre todos la mataron y ella sola se murió,igual que ahora con nuestra "crisis".Franco fue muy hábil y supo imponerse.Los ingleses iban a lo suyo y no ayudaron a derrocarlo porque tenían jugosos negocios aquí con las minas.Total que cada cual iba a lo suyo y unos y otros reconocieron a Franco por intereses economicos,por intereses creados.Lo mismo que con el dictador Husseim en Iraq,los franceses tenían muchos negocios y no fueron a la guerra,lo mismo que los rusos y los chinos,ellos mantenían la dictadura.Lo mismo que ocurre en África.Entonces ¿de quien es la culpa,de los dictadores o de los países democráticos que los mantienen en el poder?Además hay muchas clases de dictadura;la de los medios de comunicación en países democráticos como por ejemplo en España.Gobierno y oposición se reparten todo el bacalao y los medios afines chupan del uno y del otro,el pueblo no cuenta para nada,solo para conceder el voto para que los políticos tengan las manos ¿limpias? para hacer y deshacer a su antojo y conveniencia.Todo es una farsa.No olvidemos que el gobierno,cualquiera que sea, le quita el dinero a quien menos tiene para dárselo a quien más tiene.Si eso no es una dictadura que baje Dios y lo vea.Saludos.Félix.

Anónimo dijo...

Salva.
Celebro que coincidamos en opinión respecto a las guerras y dictaduras, ambas una auténtica lacra para la humanidad a lo largo de los tiempos, precisamente por falta de sensiblidady madurez de los humanos que tenemos de cara al futuro la visión de un topo, pero cargados hasta los topes de complejos e intereses que nos ciegan la razón y nos hacen unos insaciables egoistas irredentos. Como bien dice Félix, siempre ha habido y habrá guerras y dictaduras, porque la condición humana es como es y posiblemente no tenga solución; no obstante, aunque sea predicar en desierto, de cuando en cuando, conviene recordarnos lo que somos y lo que
hacemos; además del porqué lo hacemos.
Por mi parte, te agradezco la madurez de tu opinión y lo acertado de tu respuesta y capacidad de análisis que demuestras, lo cual, anima a seguir en el empeño.

Félix.
Sienpre es grato leer tus concienzudos razonamientos y agudas y sensatas reflexiones sobre temas de una considerable envergadura como pueden ser las guerras y dictaduras que es lo que aquí y ahora nos ocupa.
Tú les das vida con con tu análisis y siempre acertada opinión.
Dice el refranero que, de casta le viene al galgo. ¡Qué vitamina especial llevaría la simiente de tu abuelo "el tío Angelito" para que sus descendientes hayan salido unos linces...!
Qué cierto es eso de que la auténtica esencia siempre se guarda en frascos pequeños... ¡¡¡Anda que, si el hombre llega a ser más grande...!!!
Para cualquier persona que escriba algo en la web zarceña, es muy grato recibir comentarios como los vuestros que, además de acertados, siempre son congratulantes y estimulantes. Muchas gracias a los dos. Un abrazo. Luis