El apego al dinero fácil y sin miramientos para conseguirlo, la pérdida de principios, la falta de escrúpulos por parte del mercado agresivo y el capitalismo salvaje y deshumanizado, junto a la escasez de respeto hacia el desfavorecido por el dios dinero y la ilimitada ambición del poderoso, nos está llevando a un punto de no retorno en el que el planeta que nos cobija se está degenerando con carácter irreversible, por la desmedida ambición de unos avaros que son incapaces de frenar esa arrolladora fuerza destructiva del mal que les genera ceguera al raciocinio y les aumenta progresivamente la insensibilidad.
A esto nos lleva la avaricia desmedida en la que vivimos inmersos y la insaciable codicia que nos invade por el sólo afán de ir acumulando más y más bienes materiales que sólo nos conducen al distanciamiento y la discordia entre los humanos.
¿Llegará el momento en el que, todos seamos cómplices del planeta que habitamos y nos identifiquemos con él y lo respetemos, ya que es nuestro cobijo y protección?
La ceguera y ambición por el dinero es cada día más abismal entre los poderosos a los que nada les importa el daño que puedan causar con su actitud al medio ambiente ni al degradar el planeta o esquilmarlo con tal de saciar su sed de poder y de añadir más ceros a su número de cuenta bancaria, sin tener en consideración el futuro de las próximas generaciones que se van a encontrar con deudas y miseria por todas partes causadas por nuestra ceguera e ineptitud; ni que el resto de los humanos que habitamos el planeta azul suframos las consecuencias derivadas de los daños que les causan estas deplorables actitudes sin escrúpulos.
La pasividad con la que estamos tomando la mayoría de ciudadanos el comportamiento de estos avaros con una ambición sin límites, sin hacer apenas nada al respecto, no dice nada a favor de nuestra sensibilidad como personas que se precien; las cosas ni se arreglan ni se cambian solas, necesitan empuje, dinamismo, acción, y, no parce que la línea a seguir sea la acertada con nuestra actitud flemática e inactiva.
Es bien conocido por todos, que las organizaciones ecologistas (y no pocos ciudadanos librepensadores) están haciendo un gran esfuerzo en todos los sentidos para concienciarnos de los problemas que se nos avecinan si seguimos permitiendo que las grandes multinacionales continúen esquilmando los mares, las minas, los pozos petrolíferos, etc., no importa que sea en el Ártico o el Antártico o incluso en la misma Atlántida, por citar unos ejemplos.; sin contar la innombrable explotación infantil que clama al cielo.
¿Qué pasará cuando se agote el petróleo, el gas, el carbón, las minas de oro, etc.; echaremos mano de las energías alternativas de las que ya disponemos pero no se utilizan por culpa de los grandes intereses creados al respecto? ¿Por qué no las utilizamos ahora y evitamos la innecesaria contaminación que estamos generando? La respuesta es bien sencilla. Como a los explotadores no les importamos nada nadie, pues, pasará lo de siempre: que, pagaremos las consecuencias los de siempre, y se llevarán los beneficios también los de siempre. Así de fácil.
A los explotadores de recursos naturales, nunca les ha importado contaminar el ambiente o dañarla salud de los habitantes del entorno en el que ejercen su actividad, o sea, su expolio; eso no significa nada para ellos; lo que les importa es el dinero que genera su actividad; pero, si se me permite, tampoco para los responsables políticos que la autorizan y facultan tamaño desaguisado que, desde mi corto entender, no llego a comprender bien qué beneficio obtienen con ello esos, “llamados políticos”. O, sí lo entiendo, pero, también me lo callo siguiendo sumiso la corriente del resto de la gente. ¿Será eso…?
4 comentarios:
Yo resaltaría que ..."A los explotadores de recursos naturales, nunca les ha importado contaminar el ambiente o dañarla salud de los habitantes del entorno en el que ejercen su actividad..." es decir, el fracking que hace que la tierra se mueva y tiemblen sus habitantes. O que el agua que antes era potable ahora venga mezclada con gas inflamab, etc...
Cesar E.
Y al final...
"Entre todos la mataron
y ella sola se murió"
(la bolita Tierra)
Amigo Luis, cada día estoy más convencido de que el dinero y el diablo son lo mismo. Y me preocupa mucho, no por mi, que ya llevo media travesía(eso espero), sino por los que nos siguen. Estamos dejando un mundo atrapado por el asqueroso dinero que lo corrompe todo. No pretendo ser pesimista pero los que nos gobiernan, da igual el color, tienen un único objetivo, marear la perdiz y esconder el verdadero problema que impera actualmente en nuestra civilización: ¡El hambre! y ya no es sólo en África. cerca de nosotros hay verdaderos dramas. No sé adónde iremos a parar, hasta cuándo será la pasiva resistencia de la gente. Mientras tanto, seguiremos enfrascados en trifulcas independentistas que le importan un carajo a los necesitados y a mí. En cuanto a la contaminación, es más de lo mismo, lo importante son los beneficios y no las consecuencias, ese es su lema: ganar y ganar y volver a ganar, que decía en el plano deportivo D Luis Aragonés.
En fin, necesitamos una generación nueva en la que vuelvan los valores de nuestros antepasados, y la chusma que nos gobierna y la que se opone están caducas y no sirven nada más que a sus propios intereses. Un abrazo. Salva
AMEN
Sr. Salva
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