y medio vestido,
triste y desgarbado
deambula el mendigo;
suplicante a tu lado
sin razón ni sentido,
solicita una de esas
monedas
que llevas contigo;
y, mirando hacia el
suelo
sigue su camino,
recordando lo malo y lo bueno
que le está ofreciendo
el destino.
A ratos silbando,
o tiritando de frío;
unas veces cantando
y otras hecho un lío
o bien, preguntando
cómo se ha metido
en este fregado
que
no tiene sentido,
pero, ahora está
sólo,
triste y afligido,
sin saber el porqué‚
ni el cómo ha sucedido;
sin tener como el
pájaro,
ni siquiera un nido
donde poder cobijarse
del agua y del frío.....
Y, sigue caminando
y pensando en lo mismo,
y, sigue mendigando,
y, sólo ve un abismo,
y se sigue preguntando
si esto es el civismo;
para unos los palacios,
y para otros el
chabolismo.....
Al abrir su escuálida
mano, le aparece
la moneda que antes te
ha pedido,
sin saber bien si ya le
pertenece
ni
por qué hasta su mano ha venido. Su alma le llora por dentro,
y su corazón se halla
entristecido,
la pena le sale al
encuentro,
y, la mala suerte que
también ha tenido.
Él quisiera empezar hoy
de nuevo,
quisiera cambiar su
destino,
quisiera echarlo todo
al fuego,
o, quizás,
emborracharse con vino;
pero, sabe que esto no
es un juego,
y tendrá que seguir su camino.
4 comentarios:
Un pouma muy triste, peroes la pura realidad, yo cuando los veo colocando unos cartones para hacer su cama se me cae el alma, sobre todo con estos fríos que están cayendo y me siento inutil por no hacer nada para que esto no pase, pero que hacer.....y lo peor que esto seguirá y cada vez más. Es una pena que esten dando vueltas y vueltas sin tener nada que hacer, sin poder llevarse un trozo de pan a la boca ni una cabaña donde poder covijarse. Este mundo está muy mal repartido, y no cambiará pues siempre han deambulado mendigos por las calles y otros viviendo en palacios.
Saludos Cari.
Bonito poema que cuenta la pena y todo lo que trae la mendicidad. Yo suelo preguntarme, cuando veo alguno por la calle, qué pudo hacerle caer.
La vida es muy caprichosa y a veces se tuerce sin que podamos evitarlo.
Y me quedo como positivo que, aunque estén así, prácticamente en absoluto abandono, mantienen las ganas de seguir. Quizá esperan otro giro del destino que cambie para mejor su deambular en el olvido. Un abrazo. Salva
Qué bonita la poesía y
Qué fea la situación.
Qué decir si ya lo dices tú todo bien y bonito en el poema...
¿Cómo, dónde y con quién pasará este mendigo la Navidad?
¿Con otros mendigos? En estos tiempos que corren tenemos muchos, demasiados mendigos.
-Manolo-
Muy bonita poesia que no deja insensible a nadie.Está claro que cuando las cosas van mal,los del último escalon de la sociedad son los que más lo sufren.El ser humano tiene estas cosas igual que fabrica ridos fabrica pobres.Cambiar este estado de cosas en favor de la autentica igualdad,respetando y defendiendo el derecho a una vida digna,seria un sintoma de verdadera evolucion de la especie,pero no espero nada en este sentido.Solo queda ayudar como se pueda,cada cual con su conciencia. Un abrazo.Félix.
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