Allí, donde se junta el mar y el Cielo,
donde el sol acaricia la montaña
donde el agua del río esculpe la ribera,
y donde se cobija el pastor en su cabaña.
Allí donde la luna ilumina el arroyo
y canta la alondra en primavera,
donde mi mano en tu hombro suave apoyo,
y, donde pasta el cervatillo en la pradera.
Allí, donde se juntan las estrellas,
allí, donde los mares se unifican,
allí, donde las olas desvanecen,
y allí donde las golondrinas nidifican.
Arriba en la cima del gran monte,
donde el Sol se oculta en el crepúsculo,
y resplandece etéreo el horizonte,
¡me siento tan pequeño, tan minúsculo...!
Allí es donde en ti mi pensamiento
sin saber por qué, ni cómo y cuándo,
allí, sin que cese ni un momento,
en silencio voy tu nombre recordando.
Porque, allí, donde la vida es ilusión,
donde el viento te acaricia con dulzura,
tu cuerpo es como pétalo de flor
que quisiera acariciar con gran ternura.
Donde el águila vuela en las alturas,
y la nube adquiere bella forma
simulando hermosas esculturas,
mi voz en silencio a ti te nombra.
Allí, donde la luz del sol radiante,
nos calienta y al Planeta le da vida,
allí es donde me siento caminante,
caminando hacia ti de noche y día.
Donde el agua cristalina del riachuelo
sacia la sed del ave fatigada,
y la hierba y sombra le dan consuelo,
yo te veo en mi mente reflejada.
Allí, donde en la noche callada
con cariño y con desgarro llama el indio
con un grito salvaje a su amada;
mi voz, mi grito y mi desgarro están contigo.
Donde Arcángeles y Querubines con sus trompetas,
entonan deliciosas melodías,
es allí, donde quisiera como ofertas
despertarte dándote los buenos días.
Y, donde el ave a sus hijos les protege,
cubriendo con sus alas todo el nido;
es allí, donde quisiera centrar mi eje,
y decirte el porqué, hasta aquí he venido.
2 comentarios:
Mira yo no sé escribir poemas porque las rimas se me dan muy mal,
me alegro que tú lo hagas pues me gusta leerlos, siempre se aprende algo, pues todos los poemas te recuerdan algo.
Allí donde vi por primera la luz del día, donde pasé tan buenos y malos ratos. Allí donde me esperan con los brazos abiertos, y yo les digo, paciencia, no hay prisa.
Mi pequeño recuerdo a mis padres.
Saludos Cari.
¡Qué bonito!
Te estás ganando el título de “poeta de guardia” de nuestra página, que no es cualquier cosa.
…allí, allí, nos espera Jesús
allí, allí, con vida y con su luz
llevemos pues turrones y miel
para ofrecer al Niño Manuel…
No, no, esto no tiene que ver nada con tu allí; pero tu Allí me ha llevado a ese otro allí de ese villancico de mis años niño en La Zarza.
Pero, Luis, acláranos dónde exactamente está ALLI, que p’allá (p’allí) nos vamos todos. En estos tiempos de crisis nuestro destino es ALLÍ. Todo solucionado si nos vamos allí.
Allí está el paraíso, Allí es el paraíso por todo lo bonito que dices.
Pero no nos engatuses, no nos engañes. Dices que Allí está donde se junta la mar y el Cielo. ¡Mentira!, Vás allí, y allí está más allá. Llegas allí y lo mismo, más allá.
Conclusión:
Allí = paraíso, con dudas
Luis = embaucador, con poesía, pero embaucador.
-Manolo-
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