Estimados Regidores.
El día siguiente de llevarse a término el escrutinio de las
pasadas elecciones municipales en nuestro país -y autonómicas en la casi
totalidad del territorio nacional-; a través de esta ventana me dirigí al equipo
de gobierno municipal de La Zarza del que ustedes forman parte integral, para felicitarle
por su nombramiento, darle la bienvenida y desearle suerte en su nueva andadura
como futuros gobernantes zarceños.
Una vez pasadas las elecciones que previamente despertaron
las mayores incertidumbres en este tipo de comicios, por ser sin lugar a dudas
las más enigmáticas habidas en el país después de la implantación de la
democracia, y, ocupadas ya las poltronas por sus correspondientes titulares
elegidos democráticamente, llega el momento de poner a cada cual en su lugar,
transcurridos los cien días de gracia y confianza que se acostumbra conceder a
todo cargo que, ha sido recién nombrado antes de empezar a
pedirle cuentas, por decirlo de alguna manera.
De nuevo, quiero desearle suerte (todos la necesitamos) y
acierto a todo el equipo del Gobierno que en los próximos cuatro años regirá
los destinos de nuestro querido pueblo.
Las expectativas previas a las elecciones, y la confianza por
gran mayoría de compueblanos depositada en la candidatura electa, hacía prever
que el interés puesto en el cambio se vería compensado con el interés de los miembros del equipo de
gobierno en hacer todo cuanto estuviera en sus manos, según su saber hacer.
Afortunadamente -de momento-, así está ocurriendo, lo cual
enorgullece a todo bien nacido. Nos están demostrando con su buen hacer; ese
buen hacer que se le presuponía, que no fue en balde su elección, y que dentro
de sus posibilidades, “están ahí” dando el callo como mandan los cánones,
iniciando la andadura y estableciendo los cambios que hacen prever una dinámica
distinta de la habida con anterioridad. No digo que sea mejor ni peor, sino,
diferente.
No obstante, quisiera expresar mi discordancia en la
confección de la lista de regidores-as, por haber incluido en la candidatura
solo una mujer. (Quizá en la legislatura anterior, hubiese venido bien la
colaboración en el Gobierno Municipal de la presencia de más de una mujer, a
pesar de lo activa, dinámica y eficiente que es la única concejala que había en
el equipo del Gobierno saliente).
Esa tacañería en feminizar las responsabilidades de gobierno
está un tanto desfasada; y si mi concepto de la mujer no es erróneo, otro gallo
nos cantaría a los humanos si a nivel mundial mandaran las mujeres en todas las
facetas del poder… Personalmente, pienso que, lo mismo que “siempre” han sabido
gobernar con acierto el hogar -salvo excepciones-, lo harían igual de bien, o
mejor, en la cúspide de la responsabilidad de la Administración del Estado. Es
mi opinión.
Manejar las riendas de la gobernabilidad de un pueblo tan
pequeño y con tantas divergencias en sus habitantes, no es tarea fácil, lo
comprendo; menos aún, si para realizar esa actividad, encima tienes un coste
económico personal (desplazamientos, muchas horas de dedicación, etc.) por su
parte, con “el sueldazo” que cobran los regidores municipales zarceños, no les
llegará ni siquiera para poder comprar azúcar para endulzar el café del
desayuno. Como consecuencia, habrá que reconocerle su condición altruista y vocacional de
servidores públicos sin ánimo de lucro.
Sin embargo, no por
ello hay que anclarse en el pasado ni seguir mirando fijamente el retrovisor si
no queremos distraer la atención de la conducción; es necesario (imperante),
mirar hacia delante y caminar sin descanso. Sin prisa, sí, pero sin pausa ni
soluciones de continuidad en la tarea; porque, para lograr el objetivo se
necesita fijar la vista en el futuro. Sólo así se podrá hacer con tan pocos
medios como se dispone en el pueblo, algo útil para el futuro de las
generaciones venideras a las que debemos legar algo mejor de lo que nosotros
hemos encontrado.
Por suerte para nuestro pueblo, el nuevo equipo de gobierno
está dinamizando con gran agilidad el impulso que en breve dará los frutos
esperados por las personas que depositaron su confianza en él; y, es justo
reconocerlo, lo están haciendo bien. Han acertado en el inicio de la andadura.
Esperemos y confiemos en que siga el mismo ritmo en el futuro. Por ahora, ya
están demostrando que ganas no le faltan ni seriedad tampoco.
Todos los que ya no somos niños sabemos que para nuestro
pueblo no es éste el momento más brillante de su existencia, que el desarrollo
industrial no es su compañero de fatigas (no es que quiera decir que esté
dejado de la mano de Dios), que por muy
buena voluntad que pongan sus dirigentes en hacer las cosas bien, el desarrollo
económico no llegará en dos semanas, porque los milagros en economía son
inexistentes, el Maná se retrasa, y tampoco está en sus manos como a ellos les gustaría poder hacerlo
en un abrir y cerrar de ojos, por muy buena voluntad que tengan, que esa no se
le discute ni se pone en duda. Todo eso lo sabemos todos. Pero la lucha por
lograr el objetivo debe ser incesante, y, dentro de los medios de que dispone
el Consistorio Municipal, emplearlos adecuadamente y dar todos el do de pecho
para aunar el empuje que es necesario dar si queremos hacer que el pueblo, no
sólo no vaya a menos, sino que avance progresivamente aunque sea a paso lento
pero continuo.
Todos
sabemos también (perdón por la insistencia), que hay que hacer “algo” por él; y
que “ese algo”, lo tenemos que hacer entre todos: regidores y ciudadanos de a
pie. Unos ejecutando, otros asesorando, otros vigilando, y, todos;
absolutamente todos, “colaborando”. Colaborando, sí, directa o indirectamente,
pero colaborando. Los que están durante
todo el año en el pueblo tendrán que realizar quizá un mayor esfuerzo, y los
que no lo están, deberán (deberemos) aportar experiencia y voluntad de apoyo y
ayuda, que no solo tiene que ser económica, aunque ésta siempre venga bien. Hay
otras ayudas que en la mayoría de los casos son tan valiosas o más que el
dinero, aunque esto pueda sonar a soñador. No nos olvidemos de que un grano no
hace el granero, pero ayuda al compañero. Y si aspiramos a un futuro
próspero, es necesario hacer cosas para solucionar las cosas, si queremos que
las cosas mejoren.
Nadie más que nosotros tiene en sus manos la
posibilidad de arreglar todo lo que necesita arreglarse, TODO; para lo cual,
todos debemos participar. TODOS.
No solo son las autoridades municipales las que
tienen la obligación de hacer todos los trabajos porque han sido elegidas para
ello. Las autoridades, están obligadas a administrar y gobernar con ecuanimidad
y respeto al ciudadano, como vienen demostrando que lo hacen en el breve tiempo
en el que llevan controlando las riendas del poder. Pero también el resto de
ciudadanos que tenemos alguna relación con La Zarza, estamos en la obligación de hacer lo mismo en todo aquello que esté
en nuestras manos poder hacer por el bien del pueblo. ¿Sabremos hacerlo?
No sé si esta misiva caerá en saco roto o, quizás ni siquiera sea leída, valorada o considerada su
intención; pero, lo que sí sé, es que, dadas las circunstancias, el pueblo
necesita un equipo con: además, de una considerable dosis de dinamismo en el
cotidiano quehacer de la actividad
municipal y empuje para llevarlo a término, una voluntad de hiero y un
convencimiento absoluto en el proyecto que tienen por delante para
desarrollarlo con equidad, dignidad y honradez, y, no me cabe ninguna duda de
que ambas forman parte del ADN de nuestros nuevos regidores.
No es mi intención sembrar dudas al respecto o inducir a que
alguien piense que en el nuevo equipo de gobierno carecen de estas virtudes o
que el anterior no las tuviera; todo lo contrario, tengo fe en que su buen
hacer dará frutos positivos y cercanos en el tiempo, sino que, para acometer
con brío la misiva que les espera, es necesario que pongan todo la carne en el
asador. Estoy convencido de que así será.
Ánimo y suerte a todos.
¡Ah!, y salud para llevarlo a término con acierto.