La emigración habida en los últimos tiempos en nuestro país para
procurarse una mejor calidad de vida, ha hecho que muchos pueblos pequeños se
queden sin la mayoría de sus gentes; y en algunos casos, con el paso del
tiempo, sus edificios más significativos terminen derruyéndose paulatinamente,
pero de forma progresiva y sin soluciones de continuidad, hasta convertirse en
desiertos.
Son muchos los pueblos en los que se han quedado
solamente los más mayores, y en los que apenas quedan niños o no queda ninguno.
Estas poblaciones terminarán desapareciendo dentro de no muchos años,
convertidas en “Lo que el tiempo se
llevó”.
¡Qué lástima, qué triste, y qué real al mismo tiempo…!
¡Qué lástima, qué triste, y qué real al mismo tiempo…!
El nuestro, nuestro pueblo, La Zarza, para no ser menos, también
ha sufrido el flagelante castigo de la emigración interna y exterior de una parte
importante de su población más o menos joven para buscarse el sustento, allende
su lugar de origen.
Unos por unos motivos y otros por otros, el pueblo se va quedando sin gente, a excepción de las fiesta patronales de agosto, en las que, afortunadamente, acuden a la llamada del recuerdo una buena parte de sus oriundos, de los que, en su momento, salieron del pueblo buscando una mejoría para sus vidas; y la familia y la nostalgia los reencuentra en esas fechas. Sin embargo, a pesar de la diáspora que ha afectado a nuestros compueblanos, La Zarza sigue aglutinando armoniosamente a los suyos, independientemente del lugar donde habiten en la actualidad; y, todo ello, gracias al acierto de Manolo, que en su día fundó la Web del pueblo que permite unir virtualmente a los zarceños interesados en estar al día de los acontecimientos que en el mismo se desarrollan.
Unos por unos motivos y otros por otros, el pueblo se va quedando sin gente, a excepción de las fiesta patronales de agosto, en las que, afortunadamente, acuden a la llamada del recuerdo una buena parte de sus oriundos, de los que, en su momento, salieron del pueblo buscando una mejoría para sus vidas; y la familia y la nostalgia los reencuentra en esas fechas. Sin embargo, a pesar de la diáspora que ha afectado a nuestros compueblanos, La Zarza sigue aglutinando armoniosamente a los suyos, independientemente del lugar donde habiten en la actualidad; y, todo ello, gracias al acierto de Manolo, que en su día fundó la Web del pueblo que permite unir virtualmente a los zarceños interesados en estar al día de los acontecimientos que en el mismo se desarrollan.
Pero, ¿quién es
Manolo?
Manolo, es la persona que “siempre
está ahí”, donde tiene que estar cuando tiene que estar. Es el zarceño más
conocido, el que en los quince últimos años, ha sabido hacer llegar a todos los
lugares más recónditos del planeta, las alegrías, pérdidas de paisanos que nos
abandonan, conmemoraciones, festividades y demás aconteceres sucedidos o venideros en nuestra Zarza. “Ahí
está Manolo”.
Manolo, es el que, a base de tesón, paciencia, habilidad y
buen hacer, además de una voluntad de hierro, ha conseguido que La Zarza sea
conocida en aquellos lugares en los que sin su intervención, hubiera sido
imposible dar fe de los eventos zarceños. Él, se percató en el momento adecuado
de que las posibilidades que nos brindaban las nuevas tecnologías de la
comunicación, ofrecían una oportunidad única, y, con acierto y tino, puso en
marcha la que hoy conocemos todos como “la
Web de La Zarza”. Y, aprovechando la normativa vigente en la materia en
aquel momento, legalizó la que hoy es un gran almacén de información que nos
permite a los zarceños no residentes en el pueblo, estar al día de cuanto acontece
en el entorno de nuestra tierra natal. ¿Por qué? Porque para eso, “ahí está Manolo”. Y, está ahí, haciendo una labor de Cicerone
desinteresadamente, que, además, le cuesta dinero de ese que en estos tiempos
escasea; pero lo hace con la mayor voluntad de ánimo posible y sin ánimo de
lucro. ¡Qué tío más cojonudo…!
Manolo, ha conseguido que algunos colaboradores de la Web le
ayuden en su tarea como son las aportaciones de los blogueros y otros,
aportando su pequeño grano que hará grande el granero en el que se está
convirtiendo la Web.
Necesitaría un libro entero para exponer mi opinión al
respecto (y, no sería el momento procedente) pero, me conformaré por
testimoniarle mi gratitud desde estas líneas. Y, aprovechando la oportunidad
que nos brindan las próximas elecciones municipales, demandar al nuevo Consistorio
salido de las mismas, que, un homenaje a la labor realizada por este ilustre
zarceño, sería el justo reconocimiento por parte de las autoridades municipales
a la encomiable labor realizada durante más de quince años en favor del pueblo.
No es que pretenda con esta iniciativa solicitar una calle, estatua, plaza
o monolito, para quien hace tan grata labor, pero sí al menos un reconocimiento
oficial de la misma en forma de placa, medalla o, algo por el estilo que denote
la valoración y estima que las autoridades municipales tienen hacia la persona
en cuestión que tanto ha hecho y está haciendo por el pueblo. Y, un buen
momento para ello sería el diez de agosto, cuando las personas más favorecidas
por su labor estarían presentes en el acto.
Ya sé que también hay otras personas del pueblo que hacen
cosas importantes por y para La Zarza, pero ahora me toca hablar de Manolo; ese
personaje “que siempre está ahí”
cuando la ocasión lo requiere. Ya llegará el momento de acordarse de las demás.
Esta invitación “disimulada”, que va dirigida a las próximas nuevas autoridades municipales para que paulatinamente, vayan allanando
el camino, espero que también la puedan y sepan recoger y compartir otros
zarceños que, como yo, se vean favorecidos por la labor de Manolo en la Web, y
también se animen a demandárselo, aunque no sea más que por eso de que “la unión hace la fuerza”, esa
fuerza que le ha llevado a Manolo a estar ahí.