¿Ya te vas, 2.014? No tengas
prisa.
Ahora que ya hemos pasado juntos las
Navidades tan armoniosamente a pesar de que no nos haya tocado la Lotería (pero,
no por ello perderemos la esperanza en la siguiente), y estamos tan animados
confiando en que nuestros políticos ¿ya están arreglando el país?, y se nos
acabarán los problemas en un santiamén, tú tomas las de Villadiego y sin
esperar a ver los resultados decides marcharte así porque sí; ¡pues, qué bien!.
Así da gusto. Por lo que veo, aquí, cada uno hace lo que le da la gana sin
contar con los demás. Eso no está bien, majete. Podías haber preguntado a mis
paisanos qué pensaban, y llegar a un acuerdo armonioso; pero, no; por tu propia
cuenta decides irte y punto final. ¡Viva la democracia! Ya veo que para ti, la
opinión de los demás no cuenta para nada.
Con lo a gustito que estábamos aquí contigo por lo
bien que te has portado con nosotros, y ahora te vas, después de que, desde
hace muchos, muchos años no hemos tenido un año tan calentito como tú, y así
por las buenas, te nos vas y nos dejas aquí solitos. ¡Qué bonito…!
¿Por qué tienes tanta prisa? ¿No te hemos tratado
bien? ¿No has estado a gusto entre nosotros? ¿Tienes alguna queja?
¡Oye…!, que tenemos un libro de reclamaciones a tu
disposición por si quieres dejar expuestas tus quejas, y, puedes estar seguro de que serán atendidas
con todo rigor.
Cuéntame lo que te pasa e intentaré ayudarte, pero
no te vayas todavía, no te vayas por favor, que nos vas acortando la vida, sin dejarnos
una solución.
Ya sé, mi buen amigo, 14, que el 15 que nos traes
para sustituirte, es le simpático número de la Niña Bonita por todos conocido,
pero tú te has portado estupendamente con nosotros y nos gusta tu compañía;
además, los años como tú, resultan siempre simpáticos y son bienvenidos. Alarga
un poco la demora. ¡Qué más te da!
Por otra parte, yo no sé 2.014, si no has sido un
poco más corto que tus antecesores o me lo ha parecido a mí. Tengo la impresión
de que te has pasado a la velocidad del
rayo, sin apenas enterarme. Bueno, quizás, es una apreciación errónea de que
los años se me pasan más de prisa cada uno de los que van llegando. ¿Por qué
será? Ya me lo contarás.
Hace un par de días, hablando con amigo mío de lo
veloz que pasa el tiempo, éste me comentaba: este año tan simpático y agradable
se me está pasando muy rápido, pienso que, aunque no tiene alas, el tiempo se
pasa volando y la vida se nos esfuma, se nos va pasando cada vez más de prisa
sin apenas enterarnos. Me decía que para él, la vida es como un rollo de papel
higiénico, que, a medida que se va acercando el final, más de prisa se termina.
¿Será cierto? ¿Tú tienes algo que ver con esto, 2.014?
Por eso, mi querido colega, te pregunto: ¿Por qué
no te has alargado un poco más, si en
tus manos estaba la posibilidad de hacerlo? Podrías haber adoptado el efecto
chicle (estirarte un poco), aunque solamente hubiera sido un poquito cada día;
nada, un par de horitas de nada que apenas se hubieran notado, así estaríamos
más animados los humanos y nos sentiríamos más optimista. Total, a ti te eso no
te suponía nada y a nosotros nos hubieras hecho un favor. ¿O no…? Pues eso, que
lo sepas.
Oye, 2.014, ya sé que te tienes que ir pronto, pero
espera un poco, solo un poquito más, no corras tanto que puedes tropezar y
hacerte daño sin necesidad, no te vayas todavía, no te vayas por favor y
despídete de mis paisanos con una sonrisa y buen humor.
Deséales mucha buena suerte a todos, y, recomiéndale
a tu colega 2.015, que les traiga paz,
salud y prosperidad. Y que, como es tan corta la vida, la vivan con intensidad,
para que entre ellos reine la paz, la armonía y el bienestar. Que tengan una
feliz salida y entrada de año y la vivan con ilusión como han vivido la
Navidad, porque es una fiesta entrañable que nos debe regocijar y unirnos en el
entorno familiar acompañados de optimismo y una sonrisa sin par.
Y, ya que dadas las circunstancias, ahora no puedas
hacer nada por solucionarlo, porque se te acaba el tiempo, te tienes que
marchar y te has distraído en los laureles, por lo menos, dile a tu sustituto
2.015, que no sea perezoso y disimuladamente, se estire un poquito cada día y
verá lo contentos que nos quedaremos las
gentes de mi pueblo que, siempre hemos sido muy agradecidos con los que se
portan bien con nosotros. Y, no solo los de mi pueblo. Hay muchos más. No te
olvides de decírselo. Gracias
¡Ah! Sí, se me olvidaba:
Antes de marcharte dile a mis paisanos que tu
despedida la deben celebrar con optimismo y alegría familiar; y para seguir la
tradición, con polvorones, vino de la tierra, turrón y champan; que no falten en ningún hogar, las típicas obleas charras ni las almendras “Garrapiñás”
porque las costumbres de los pueblos, las debemos conservar; y, no porque pasen
los años las tenemos que olvidar.
Y, nada más, 2.014; ya sé que te tienes que marchar
y no puedes seguir esperando más.
Que lo pases bien en tu nueva andadura y encuentres
la calma y la felicidad.
Te agradezco la compañía que nos has sabido
dispensar; así que, te deseo un buen
viaje.
Y, sin ninguna prisa; ya nos veremos en el Más
allá.
¡Adiós, compañero de fatigas! Un saludo muy cordial
de éste tu amigo incondicional…
Bien venido 2.015.
Te esperamos con ilusión y optimismo. Confiamos en
que tu presencia nos sea tan grata como lo ha sido la de tu predecesor que por
razones personales, ya se tiene que
marchar; aunque no es por culpa del Gobierno, a pesar de que algunos se la
quisieran echar. El Gobierno es culpable de otras cosas, pero no lo puede
remediar. ¡Qué le vamos a Hacer, la vida es así, y así la tenemos que llevar:
Con alegría y optimismo, y, sin prisas de marchar.
A todos los compueblanos y simpatizantes de La
zarza que habéis celebrado con euforia la fiesta de “La Navidad” o, San
Esteban, aquí en Cataluña, que es de mucho celebrar: mucha felicidad para todos
en lo que queda del año y en toda la
eternidad. Y, paz en la tierra a toda la humanidad.